Diana es la cuarta gran borrasca que afecta al sur de Europa este año. De ahí que los meteorólogos le hayan puesto nombre. Según la lista que manejan, tocaba la D, la cuarta letra del abecedario. Este modo de nombrar se debe a un acuerdo entre las agencias meteorológicas de España, Francia y Portugal. ¿Cuándo se pone nombre y cuándo no? Hay varios requisitos y todos ellos se cumplen en este caso: vientos superiores a 90 km/h que generan alerta naranja o amarilla, que se generan en el Atlántico y afectan a estos países.
Portugal teme los efectos de Diana en las Azores, puesto que es probable que pase por un proceso de ciclogénesis muy rápida, lo que incrementa considerablemente la probabilidad de que sea virulenta. Tomará el camino primero de la península y, después, se prevé que se desvíe hacia Reino Unido, donde esas bajas presiones también dejarán fuertes tormentas. El viento podría ser muy fuerte y provocar, a su vez, que el mar suponga un riesgo en zonas de costa y en las islas.
Ya hemos tenido tres borrascas con nombre propio en 2018: Adrián, Beatriz y Carlos Los nombres responden al mismo criterio que los de los huracanes: alternando los masculinos y femeninos. Todas están teniendo características similares: entran por el oeste peninsular y provocan avisos al aproximarse.
¿Nos afectará entonces?
No te preocupes porque, como venimos diciendo los últimos días, esta semana tendremos buen tiempo en casi toda España. Por desgracia, mientras el resto del país disfrutará de un tiempo de temperaturas máximas en alza y cese de las lluvias, el norte verá cómo el viento les sigue estorbando el martes y el miércoles.
Las rachas de viento tan intenso y el oleaje adverso podrían asociarse a Diana, pero con menor fuerza de la que azotarán las Azores y, una vez haya avanzado por el Atlántico, en Irlanda. Allí las tormentas serán una constante al paso de Diana y el viento superará los 90 km/hora.