Las borrascas son eventos meteorológicos que promueven la formación de medicanes, pero no los únicos. Para ello, tienen que tener un núcleo en altura que sea frío y atravesar el mar Mediterráneo, cuya superficie es cálida. Así, la interacción frío-calor genera mucha convección y movimientos ascendientes de aire, dando lugar a los medicanes (que no dejan de ser huracanes pero en nuestro mar).
Así, nuestra compañera y meteoróloga televisiva, Rosalía Fernández, lo confirma: "El aspecto de las bajas presiones tan consolidadas en el Mediterráneo, junto con la depresión en niveles altos, también está claro que responde a fenómenos, en latitudes medias, como el medicane".
Así, las consecuencias de los medicanes, como el que probablemente se produzca el sábado, son, por un lado, precipitaciones torrenciales de gran intensidad y, por otro, el viento, cuyas rachas pueden alcanzar los 100 km/h en el este y Baleares. De hecho, para entonces en las Islas están activados los avisos naranjas y amarillos por viento, oleaje importante y lluvias.
*Imagen: avisos por lluvia, viento y fenómenos costeros el domingo en Baleares / AEMET
Hay que recordar que, en realidad, los medicanes no están considerados huracanes como tal. En realidad, se trata de una depresión o borrasca pero que tiene forma de ciclón tropical. En resumen, un huracán pero de tamaño 'mini' (y fuerza 'mini'). Pero no por ello hay que subestimarlos:
A pesar de que no son tan destructivos como los huracanes, no hay que subestimarlos. En España se han contabilizado hasta siete 'medicanes', que han afectado a las ciudades de la costa, y seis en las Islas Baleares. ¿Será este el octavo? Habrá que esperar hasta el domingo para saberlo.