Cambio de armario: guardar la ropa de invierno para encontrarla impecable en unos meses

  • Es importante planear un mínimo, para ir preparando lo que queremos quedarnos y guardar

Asumámoslo. El abrigo y los pantalones de pana no nos van a hacer falta en unos meses: toca el dichoso cambio de armario. A nadie le gusta, pero dos veces al año es necesario, sobre todo en la última semana de mayo con 30ºC y solazo. Como lo vas a tener que hacer de todos modos, hemos recopilado unos consejos que te van a venir muy bien, sobre todo cuando llegue el momento de sacar la ropa que has guardado.

Lo más previsores ya habrán apañado el armario al estilo Marie Kondo aprovechando la cuarentena, pero habrá un despistado por cada ser ordenado que lo haya pospuesto hasta ahora, que hace un calor de aúpa y es imposible seguir dejándolo para mañana.

Guardar la ropa no es tan fácil si lo que buscas es que quede ordenada, que no se estropee y, para rematar, que no ocupe una barbaridad.

Antes de guardarla

No lo hagas de sopetón. Planea hacerlo un día que tengas más tiempo libre en los días previos lava la ropa que vayas a guardar. Si una prenda tiene una manchita de la que no te habías percatado o sudor, se estropeará y olerá fatal cuando quieras sacarle, además de que podría atraer bichos. Para evitar ensuciarla a última hora, mejor no pongas suavizante ni la planches. Excepto lo que necesite pasar por la tintorería.

Los abrigos con los abrigos, los pantalones con los pantalones, etc

Los materiales que pesen más y las prendas más grandes, a un montón. Las de lana, a otro independiente. Las partes de abajo aquí; las partes de arriba allí. Todo lo delicado, también aparte. Y por último, los accesorios de invierno: bufandas, guantes, pañuelos…

Dónde meter la ropa estos meses

Da igual si vas a meterla en un baúl, en un canapé o en el altillo. Lo más importante es que sea un lugar seco, limpio y oscuro. Seguramente el trastero sea mala opción porque suelen sitios más húmedos. No está de más colocar un deshumidificador, por ejemplo, para mantener el espacio que elijas en condiciones.

Puedes colocar los típicos de gel sílice o de cloruro de calcio. O, si te encanta que huela a flores, pon una bolsita de semillas aromáticas, lavanda o jabón natural.

Cómo asegurarse de que no se estropea

Si puedes, déjate de cajas de cartón. Es preferible usar las de tela o plástico y, si por espacio vas a necesitar meter la ropa en bolsas de vacío de las de aspirar el aire para que quede compacta, recuerda no incluir las prendas delicadas.

Si puedes, esas prendas más susceptibles de estropearse, envuélvelas en papel de seda o algodón. Las chaquetas de cuero no las dobles porque lo más seguro es que cuando la saques tenga demasiados pliegues y alguna que otra grieta.

¡A doblar!

Por último, ponle mimo. No hagas una pelota con tu ropa y la metas al tuntún. Ve doblando tranquilamente, por separado, separando en montones como hemos dicho para que no sea un caos. Y ¡a seguir con tu vida! Ya solo faltaría meter la de primavera/verano…

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