En los últimos días, las lluvias han escaseado en prácticamente toda España, en cambio en el oeste de Galicia se han acumulado alrededor de 200 litros por metros cuadrado desde el 27 de enero. Encantos naturales como la cascada de Ézaro, en A Coruña, está rebosantes y lucen como vemos en las imágenes. En cambio la cara B son las inundaciones que se están registrando en otras zonas de la comunidad. Hacemos un repaso a la situación.
Los ríos Tambre, Lérez y Verdugo han registrado un incremento notable de su caudal y amenazan con desbordarse a su paso a su paso por varias localidades. Ponte Caldelas, en Pontevedra, ha tenido que cerrar vías y aparcamientos por el riesgo de inundaciones, y se teme por los municipios coruñeses de Oroso y Val do Dubra.
La cascada de Ézaro (Fervenza do Ézaro, en gallego) es un salto de agua perteneciente al municipio de Dumbría, en A Coruña. No siempre luce como lo hace ahora, pero cuando lo hace, es la única de Europa que desemboca en el mar desde el río Jallas.
Entre el embalse de Santa Uxía y la cascada, se indica en la web de turismo de Dumbría, el frío ha creado lo que llaman fregaderos o calderas, unas cavidades naturales, formadas durante siglos por la erosión del agua y las rocas.
En el último tramo, la cascada cae desde una altura de 40 metros. Aunque no siempre llega tan rebosante al verano, cuando lo hace se organizan espectáculos de luces y sonidos que lo hacen todavía más especial.