El frío tiene sus cosas buenas y las cencelladas son una de ellas. Las 'plumas de hielo' que se forman en las zonas donde la niebla y los bajo cero se combinan dejan imágenes preciosas, especialmente a primeras horas de la mañana.
Aunque se ha hecho esperar, el frío invernal ya empieza a notarse en España y las mínimas descienden de los 0°C en algunas zonas del interior del país. El anticiclón que ha condicionado nuestro tiempo las últimas semanas nos ha dejado a diario mucha niebla, que es precisamente la responsable de traer las primeras cencelladas. Son frecuentes en Pirineos, Sierra Nevada y el Teide, es decir, en zonas muy húmedas y, en general, de montaña.
¿Cómo se forma?
Para que se formen las cencelladas son necesarios dos factores: temperaturas de 0°C o inferiores y presencia de niebla. Justamente dos características que se cumplen este otoño en muchos puntos del país con ambiente anticiclónico.
En las zonas húmedas donde la temperatura se desploma de madrugada, las minúsculas gotitas de agua se congelan al contacto con cualquier superficie. Suele confundirse con las heladas por su apariencia pero las cencelladas no suelen desaparecer al amanecer como lo hacen las heladas. De hecho, en carretera supone un riesgo importante cuando se suceden varios días de mucho frío y niebla porque se acumula y crea una placa de hielo deslizante.
¿Dónde se da?
Como decíamos, es frecuente en zonas de mucha humedad, ya sea cerca de un río, un embalse… y en zonas de mucho frío. En España, vemos cencelladas en algunas provincias de Castilla y León (que es donde está haciendo más frío), en Pirineos, Sierra Nevada y en el Teide.