Durante el verano muchos disfrutan de sus vacaciones y, aunque en nuestro país el destino por excelencia es la playa, son cada vez más los que deciden aprovechar su tiempo libre y el ambiente estable para hacer una escapada a la montaña.
Esto es lo que deben de pensar muchos montañeros cada vez que las condiciones meteorológicas son idóneas. El sol y la nieve de los Pirineos facilita hacer las rutas de la zona, ya que cubre el hielo del glaciar (resbala) y los peñascos (rocas grandes), por lo que decenas de ellos emprenden el camino a la cima del pico del Aneto.
El pico del Aneto se encuentra a 3400 metros sobre el nivel del mar en los Pirineos, es el pico más alto de los Pirineos y del segundo de la Península por detrás del Mulhacén. Y durante esta época el poder encontrar nieve en su cima hace que sea un atractivo para muchos.
Para alcanzar la cima es de paso obligatorio ascender por el 'Paso de Mahoma', a 40 metros de la cima, y es en este punto donde se generan los problemas que tanto preocupan a los guías y responsables. Este paso rocoso es muy escarpado y empinado, lo que hace que sea peligroso. Y es justo aquí donde los montañeros se aglomeran, provocando colas de más de media hora. El ascenso debe realizarse de forma ordenada, coordinada y de uno a uno por las condiciones del terreno: "Cuando unos van otros vienen", explica uno de los guías. "Aunque es una zona escarpada y de difícil paso, no deberían de producirse estas colas".
A los responsables lo que les preocupa es la falta de experiencia de las montañeros, ya que muchos no conocen el terreno ni sus condiciones: "Hay un número importante que desconoce la actividad y se lanzan un poquito a lo loco" por conseguir llegar, asegura uno de los guías. Al carecer de formación y experiencia en la zona se muestran temerosos al pasar, y bien pueden tener algún problema, provocárselo a otros montañeros o crear situaciones de riesgo como es la espera justo en ese punto.
Los guías de estas rutas aseguran que "se tendrían que asesorar e informar, y contar con profesionales", afirma un responsable. Aún no saben cómo solucionar este problema, pero algunos piensan que sería necesario establecer un número máximo de personas por día, y no dejar que cualquiera intente el ascenso.
Otro de los problemas es que los turistas deciden subir a este pico porque es el más conocido, pero dentro de los Pirineos hay muchos más picos que alcanzan la altura de este y son menos visitados. Si se diera visibilidad al resto, puede que las aglomeraciones en esta zona disminuyesen.
Es necesario no olvidar que disfrutar de la montaña requiere conocer el terreno, tener ciertas habilidades y no todo vale por el hecho de conseguir una buena imagen, ya que no solo jugamos con nuestra vida, sino también con la del resto de montañeros que se encuentren en la zona. Cumpliendo con las normas de seguridad y los conocimientos básicos podemos evitar situaciones de riesgo.