Efecto inverso: cosméticos que te echas para estar más guapo, pero dañan tu cutis al sol

Elsa Alonso 15/05/2017 11:59

El maquillaje no bloquea el sol

El maquillaje es 'el pan para hoy y el hambre para mañana' de nuestra piel. Sus acabados matificantes y sus tonalidades vivas encienden nuestro gesto y mirada y nos embelesan. No obstante, es preciso tener en cuenta que la 'chapa y pintura' no nos libra de los rayos UVA, y que usarla cuando vamos a tomar el sol puede generar inflamación e irritación, además, de mancharnos la piel a rodales entre las partes que están maquilladas y las que no. Se aconseja, por tanto, no maquillarse si nos vamos a exponer directamente al sol.

¿Y si se aplican maquillajes con FPS (Filtro de Protección Solar)? Aunque se utilice una BB Cream con factor de protección, no es suficiente para evitar los daños de la piel. El sol es más fuerte y debemos complementarlo, en primer lugar, con una crema hidratante que humedezca la piel en exposición y, posteriormente, con un protector solar. Este tipo de maquillaje solo haría las veces de bloqueador del sol cuando paseamos por la calle en estaciones del año, como el invierno o el otoño, en las que el sol no incide tan verticalmente sobre la Tierra.

¡Ojo a los cosméticos caducados!

No hace falta que lo juremos, si están caducados pueden ser perjudiciales para nuestra piel, ya estemos al sol o a la sombra. El problema es que no comprobamos a menudo la fecha en la comienzan a pudrirse y nos echamos capas sin darnos cuenta de las consecuencias. Las más evidentes son las que se producen bajo el sol. Además de que el resultado será peor si nos los echamos, los cosméticos caducados sometidos a altas temperaturas pueden agilizar su pudrimiento y generar irritación, eczemas y dermatitis.

Pero si, encima, la crema que expira era un protector solar, podrían generarse quemaduras en nuestra piel.

Los productos con ácido glicólico irritan

La exfoliación es buena para retirar las pieles muertas, la suciedad y ayudar a la piel a absorber todos los productos cosméticos de regeneración y protección frente a la edad y los agentes externos como el sol. Sin embargo, usar un tratamiento exfoliante instantes antes o después de exponernos al sol, puede deteriorar la piel por uno de sus componentes: el ácido glicólico. Este entra en reacción química con los rayos solares atacando las capas más superficiales de la piel.

A su vez, al acabar con la capa córnea de células muertas, la piel se queda más expuesta a todo, y por supuesto al sol. El mejor aliado en estos casos es la protección solar con un factor protector de 50 o de 90 si la piel es sensible y muy blanquecina.

El ácido glicólico también es un compuesto utilizado asimismo en los tratamientos de acné por su poder de barrido. Cuando el acné se combate con medicamentos de vía oral es preciso leer todos los prospectos con cautela, pues tienden a sensibilizar la piel más de lo normal y la luz solar puede ser más agresiva si cabe. Además, la exposición directa al sol en gente con acné no es recomendable porque pueden aparecer pequeñas manchas rojizas después de la erupción del grano, conocidas como hiperpigmentaciones postinflamatorias.

Como los jóvenes con acné también tienen derecho a disfrutar del sol y la playa, es preferible que se hagan con una protección solar específica para pieles grasas o tendentes al acné y que se la apliquen cada veinte minutos en abundancia sobre las zonas con más erupción.

Las ampollas antienvejecimiento con vitamina C pueden provocar alergias al sol

Cuando pasamos de los granos de la juventud a las arrugas de la vejez optamos por otros remedios cosméticos que retrasen el desgaste de la piel, como las ampollas 'anti age' o 'anti envejecimiento'. Estas soluciones, aunque son muy eficaces en su objetivo, al mezclarse con los rayos del sol pueden ser contraproducentes para la piel. Esto se debe a su alto contenido en vitamina C, que incluye propiedades antioxidantes tan puras y potentes que pueden no ser toleradas por ciertas pieles al contacto con el sol, generando alergias cutáneas.

Al igual que las anteriores, los parches, cremas, pastillas o mascarillas que intentan recuperar tu piel de las rojeces y manchas del sol, producen reacciones cutáneas adversas por su contenido en vitamina C. Si has utilizado alguna de ellas, recomendamos paralizar el tratamiento unos días antes de exponerte al sol y, después, irlo retomando con más pasividad. Todo depende de la sensibilidad de nuestra piel.