Antes de nada, has de saber que de forma oficial que, para que una ola de calor se considere tal, tiene que durar necesariamente tres días. Así que es el mínimo de tiempo que te esperará de sufrimiento siempre en un evento de este tipo.
En el caso que nos ocupa, sentimos anunciarte que será un poco más larga que eso. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), esta se alargará, al menos, hasta el domingo 5 de agosto, pero no se descarta que también continúe el lunes. La razón es que, aunque hay una incertidumbre elevada, a partir del sábado 4 se va a iniciar un descenso lento y progresivo de las temperaturas, que acabaría desembocando en el fin de la ola.
Sin embargo, el calor seguirá pegando fuerte en la mayor parte de las regiones, con valores que, si bien ya no serán de 40ºC, los seguirán rozando. Además, la anomalía de temperaturas seguirá siendo alta, pero no comprenderá entre 5ºC y 10ºC por encima de lo normal como va a ocurrir durante la ola de calor, sino que se mantendrán en máximas entre 3ºC y 5ºC en la mitad sur peninsular. En el norte sí seguirán teniendo estas anomalías altísimas.
*Imagen: anomalías de temperaturas máximas para el martes, 7 de agosto / @crballesteros
¿Qué pasará a partir de la semana que viene?
Aún es pronto para garantizar nada, pero se prevé que este descenso de las temperaturas culmine en el punto y final de la ola de calor entre el domingo y el lunes. Paralelamente a esto, se prevé el desarrolle nubosidad de evolución diurna en zonas del interior peninsular, con probabilidad de chubascos aislados en Pirineos y sierras de Teruel.
A partir del miércoles día 8, aumenta ligeramente la inestabilidad en el extremo norte con posibilidad de precipitaciones en el Cantábrico y en Pirineos. Así que parece que para entonces todo habrá vuelto (un poco) a la normalidad.