El invierno se resiste a marcharse y continúa en la península con abundantes y generalizadas precipitaciones, que comienzan a tener consecuencias. El Ebro ha empezado a salirse de su cauce a su paso por Zaragoza, con 1.000 metros cúbicos de caudal: "Ahí abajo hay cerca de 4 metros", aseguraba un vecino. Aun así, el pico de la crecida se ha producido esta pasada madrugada.
Pero antes de llegar a Zaragoza, el Ebro ya ha pasado por 1.000 hectáreas: "Y esto viene de Pamplona y de por ahí que por allí sí que ha llovido y tienen que abrir los pantanos porque están a tope", reflexionaba otro vecino de la zona. Pero Zaragoza no es la única afectada por el 'primaverno'.
Otro caso de los más destacados es Burgos en pleno abril, marcado por sus importantes nieves: "Ya es hora de que deje de nevar", rogaba un vecino. Esta semana las temperaturas rozan casi los -2ºC y los habitantes de la ciudad están cansados de este invierno que no termina: "Está muy desagradable", aseguraba una mujer al observar el tiempo que hacía este pasado martes.
Pero además, la nieve también ha afectado a diferentes provincias y a sus puertos, como el de Pajares o cinco puertos de Asturias y León donde se necesitan cadenas: "Estamos en abril y mira como nieva", comentaban los viajantes. El centro de la península tampoco se libra y en Madrid llueve y llueve: "Lo que pasa que en abril, aguas mil", 'refraneaba' una mujer en la capital. Y el sur tampoco se salva, el Estrecho cuenta con aviso naranja por olas y por rachas de viento de hasta 100 km/h.