En los últimos días, el temporal ha azotado con fuerza la provincia de Cádiz con vientos de rachas que alcanzaron hasta los 80 km/h y un oleaje de más de 4 metros de altura. Este tiempo ha supuesto importantes daños, especialmente, a casi 30 chiringuitos que ha destrozado y provocado daños por valor de más de 100.000 euros en algunos.
Esta situación ha puesto en alerta la cuestión de la estética frente a la seguridad. Muchos de estos chiringuitos se sitúan a pie de playa con una estructura basada en la madera, que genera una estética de lo más 'chill-out' y apetecible. Pero se ha resaltado que hay que primar la seguridad del local, trabajadores y clientes, por encima de la estética.
La Asociación de Empresarios Costa de Cádiz (AECCA) ha invitado a una reflexión sobre esta seguridad y asegura que "el pilotaje de los chiringuitos para elevarlos sobre la arena es una medida de seguridad y no un capricho". Muchos de estos afectados no podrán abrir sus locales para la jornada de Semana Santa, lo que supondrá unas importantes pérdidas económicas.
Pero la borrasca Emma no ha afectado sólo a los chiringuitos de Cádiz, aunque sí lo ha hecho con más fuerza. En su paso por Andalucía ha dejado más de 1.500 incidencias y un reguero de destrozos por todas las provincias, destacando por detrás de Cádiz, las de Sevilla y Huelva.