"La estamos disfrutando el día que más de toda la temporada", dice una esquiadora. No es de extrañar: las temperaturas desde hace una semana, cuando llegó una masa de aire ártico, son más bajas que en muchos días de febrero, cuando se superaban en muchas regiones los 25ºC. No olvidemos que el invierno cerró con la mitad de nieve en las reservas nacionales y con varios récords de calor.
Hasta 30 centímetros de nieve se han registrado en Formigal, Huesca, y en Cerler llenan la agenda de eventos que se organizan en la estación para los aficionados al esquí. También en La Masella, Gerona, el fin de semana fue uno de los mejores de la temporada.
Pero no solo en el norte del país ha caído a gusto de todos: en Sierra Nevada, Granada, esperan seguir abiertos hasta Semana Santa. "Esperamos que con esta cantidad de nieve y el buen tiempo la gente se anima a venir", dice una trabajadora de un hotel granadino.
Los turistas no perdieron la oportunidad de echarse a las pistas y en algunas estaciones de contabilizaron más de 4.000 visitas, como es el caso de León, donde se llegaron a acumular en un solo día hasta 10 centímetros de nieve. En la mayoría de las estaciones, que luchaban por mantener el blanco que cayó por última vez a mediados de marzo, pudieron abrir al público más kilómetros de pista, como ocurrió en el Pirineo aragonés, que ofrece hasta 191 km para esquí alpino desde el sábado.
Las estaciones tendrán que decidir en los próximos días si mantienen sus puertas abiertas hasta pasada la Semana Santa. La segunda mitad de la semana se espera un ligero ascenso de los termómetros, cuando además el sol sustituirá nuevamente a las precipitaciones en algunas regiones del país, por lo que tocará esperar un poco más para saber si será una Semana Santa de playa o, por el contrario, de montaña.