Más allá de las tormentas: los cinco fenómenos meteorológicos más destructivos del planeta

Marcos Fdez Fdez 03/06/2018 10:22

Hemos recopilado en un ránking aquellos considerados como los más destructivos. Son los que producen un alto índice de víctimas mortales y numerosos destrozos a su paso. Algunos nos resultarán familiares, pero nos harán cambiar el concepto de lo que es peligroso.

Tornados

Pocas veces asistimos en España a tornados a pesar de que nuestro país se encuentra a la cabeza en el registro de este tipo de fenómenos extremos, cuya explicación científica todavía no ha terminado de esclarecerse.

EEUU es el país por excelencia de los tornados. En concreto, el estado de Texas encabeza esa lista de megatornados de fuerza máxima, F5. Para hacernos una idea, un tornado de estas características puede llegar a alcanzar vientos de más de 320 kilómetros por hora frente a los tornados F1, que son los más frecuentes y cuya fuerza se mueve entre los 105 y los 137.

Un tornado de categoría media puede arrastrar todo lo que encuentre a su paso desplazando incluso vehículos del tamaño de un tráiler.

Paradójicamente, el registro del peor de los tornados no aconteció en EEUU sino en el sudeste asiático En 1989, el tornado más devastador llegó a causar 1.300 víctimas mortales y a arrasar dos ciudades por completo cerca de Bangladesh.

Los rayos

¿Sorprendente? La Organización Meteorológica Mundial ha advertido en más de una ocasión de la peligrosidad de los rayos. Precisamente, en Europa nos encontramos en este momento en una de las épocas del año en la que caen más tormentas y se producen un mayor número de rayos. Podemos llegar a superar la barrera de los 100.000 en jornadas de gran actividad eléctrica en nuestros cielos.

Pues bien, el rayo registrado más mortífero de la historia aconteció en Zimbabue el 23 de diciembre de 1975 y mató de una sola vez a 21 personas. Todas se encontraban bajo el radio de acción del área en la que impactó. Y es que un rayo puede generar temperaturas de hasta 20.000 grados Celsius y descargas de entre cientos de miles y millones de voltios. Mucho menos es suficiente para dejarnos fritos en un instante.

Los ciclones tropicales

Tenemos poca experiencia en España porque, a lo sumo, nos alcanzan desgastados o restos de un ex ciclón, lo que llamaríamos ciclón extratropical. Aquí, Canarias tiene muchas más papeletas de convertirse en escenario de paso de este fenómeno extremo.

Aquí englobamos desde huracanes hasta tifones o tormentas tropicales. El factor decisivo del cambio climático está poniendo las cosas difíciles para agencias como el Centro Nacional de Huracanes de EEUU o la propia NASA para detectar, ayudar a prevenir y mitigar daños.

Basta el ejemplo de los últimos grandes huracanes que han tocado tierra norteamericana. Incluso estando preparados para lo peor los daños se cuantifican en miles de millones de dólares y ciudades paralizadas o anegadas. La propia ciudad de NYC ha vivido en sus propias carnes los estragos de huracanes atlánticos.

Algunos son auténticas bestias, como Patricia que alcanzó 356 km/h el 23 de octubre de 2015. Pero, el más grave de todos aconteció los días 12 y 13 de noviembre de 1970. El Bhola, nombre que recibió este ciclón tropical o tifón acabó con la vida de entre 300.000 y 500.000 personas en Bangladesh.

El granizo

En los últimos días hemos asistido a granizadas espectaculares, sobre todo, en Cataluña. La confluencia de masas de aire cálido con otras muy frías desencadena este fenómeno que, según el tamaño que alcance, puede ser un factor mortal.

La Organización Meteorológica Mundial mantiene invicto el récord de la granizadas más extrema de la historia con bolas de hielo como naranjas, que asediaron la ciudad india de Moradabad el 30 de abril de 1888.

231 personas perecieron en aquel trágico suceso. Probablemente, este sea uno de los fenómenos meteorológicos extremos que más familiar nos resulte… aunque no el único a falta del último.

Las olas de calor

Aquí sí nos podemos hablar con conocimiento de causa. La última de ellas, en junio de 2017 fue una de las peores que se recuerdan con 15 largos días de duración, de extremo calor y de valores que rompieron todos los récords. Estos se superaron durante el mes de junio con Córdoba marcando un nuevo valor más alto de nada menos que 47,2 grados centígrados Celsius.

Este fenómeno, cada vez más común, a causa del cambio climático, desencadena muertes por factores varios asociados a ese calor extremo hasta el punto que, durante la ola de calor del año 2003, murieron en Europa entre 35.000 y 71.000 personas por causas relacionadas con las temperaturas extremas de récord que asediaron al continente europeo.

Ni siquiera la de 2017 ha conseguido romper esa barrera de calor absoluto similar a la que en 2015 mató a más de 55.000 personas en Rusia con valores por encima de los 40 grados.

La peor que se recuerda en EEUU y Canadá se remonta al verano del año 1936 donde fallecieron cerca de 5.000 personas. En Dakota del Norte se rozaron los 50 grados centígrados.