{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Queda poco más de dos semanas para dar la bienvenida a la primavera y el tiempo se empieza a tornar invernal. Con el calor sobre nuestras cabezas y en superficie, la llegada del frío será lo más novedoso pasada la tormenta, es decir, los temporales que se han sucedido con las cuatro borrascas con nombre propio que nos han visitado en cuatro días que llevamos de mes. Las estaciones de esquí, necesitadas de nieve, se frotan las manos con la inminente nevada que está al caer.
Como habrás notado, el calor ha vuelto a repuntar este miércoles, dejándonos la noche menos fría de la semana. No obstante, este año parece que marzo sí marceará, lo cual se traduce del refranero meteorológico en mal tiempo. Una masa de aire frío va a llegarnos por el Atlántico 'empujada' por el anticiclón sobre las Azores, lo cual va a impulsar a su vez viento del noroeste.
Al no ser un viento muy húmedo, no está previsto que la lluvia nos acompañe en la mayor parte de España –sí en zonas del norte– y, de hecho, al llegar muy seco al valle del Ebro, el cierzo ayudará con la plaga de conejos que afecta a localidades de Zaragoza.
Lo que sí tiene este viento es que es frío y, por tanto, ayudará a desplomar las temperaturas junto con el aire anormalmente frío para la fecha que va a colarse a 1.500 m de altura. A Canarias llegará por la diferencia de presión entre la vaguada –elongación de bajas presiones– y el anticiclón, que se arrimará ligeramente a la Península desde el Atlántico. Es lo que se conoce en las islas como alisio, y no dejará mucha lluvia por allí pero sí un descenso de los termómetros que será en algunos puntos de más de 5ºC en dos días.
El mayor desplome es el que tendremos en el norte y este peninsular el viernes, cuando facilitará que veamos nieve en cotas relativamente bajas. El siguiente mapa ilustra qué zonas perderán entre 6 y 10ºC de un día para otro de temperatura máxima, en morado:
Si bien buena parte de las estaciones de esquí españolas y la única portuguesa echaron el cierre en torno a la tercera semana de febrero por la ausencia de nieve, ahora esta va a reaparecer por debajo de los 800 metros en las montañas de la mitad norte peninsular. En Pirineos y los Picos de Europa podrá hacerlo a 600-700 metros de altura. La Sierra Ibérica lo hará a partir de los 800 m y las del centro, Sistema Central y Sierra de Gredos, de los 1.000 m. Por su parte Sierra Nevada verá nevar a 1.400 m.
Otro factor importante a destacar del viento del noroeste es que se va a acelerar a su paso por zonas del norte, principalmente Cantabria y el País Vasco, y el este peninsular. Las rachas serán especialmente virulentas en Aragón, Cataluña y zona de la Comunidad Valenciana, y también habrá que tener cuidado en La Rioja y áreas de montaña del interior.
Con el descenso dos días seguidos de las temperaturas será prácticamente imposible encontrar un rincón de España el viernes que supere los 20ºC, tan solo algunas zonas de Canarias y las costas mediterráneas del sur como Málaga o Murcia.
El sábado, no obstante, el aire frío en altura nos dejará y el viento que entrará será más zonal. Es decir, de nuevo soplará el poniente, más seco y cálido. De cara al domingo, al llegar este viento al Mediterráneo después de avanzar por la Península y comprimirse, habrá aumentado de temperatura y habrá perdido humedad, con que esperaremos un ascenso del termómetro menos generalizado que el sábado pero muy marcado en las provincias del este peninsular.