El lunes 18 de marzo, a dos días del inicio de la primavera, las temperaturas se desplomaron y llegaron las precipitaciones a algunas zonas del país. Entre -3 y 0ºC hizo en zonas como Isaba o Roncesvalles (ambas en Navarra), tras los episodios de calor atípico para la época del año que se han repetido durante el invierno. La Agencia Estatal de Meteorología lo avisó, pero los navarros no podían imaginar amanecer con semejante panorama visto lo visto.
La cota de nieve estuvo el lunes y el martes entre los 700 y los 1.000 metros y llegó sobre todo al norte de la Comunidad Foral de Navarra. No fueron como para cortar carreteras, como en otras ocasiones, pero sí suficiente para jugar en la nieve y lanzarse bolas o sacar el trineo.
A pesar de la tregua del tiempo primaveral, esto no será una constante, puesto que a partir del miércoles la nubosidad en el Pirineo navarro tenderá a ir disminuyendo y se despejarán los cielos para el resto de la semana. La primavera traerá además un incremento de las temperaturas, al menos por ahora, por lo que los navarros tendrán únicamente unos días para disfrutar del temporal algo más invernal que ha dejado la recta final de la estación.