París ya es de por sí bonito, pero con la nieve es impresionante. La Tour Eiffel, la Catedral de Notre Dame, el Arco del Triunfo, la Basílica de Sacré Coeur o la Opera Garnier han amanecido este martes cubiertos de nieve, tras una intensa nevada que ha arrasado en buena parte del norte de Francia y Pirineos.
Los peores efectos se han producido en el sector del transporte, ya que se han visto obligados a suspender más de un centenar de líneas de autobús urbano. También los turistas lo han notado, debido al cierre temporal del acceso a la torre Eiffel por los grandes acumulados.
Se trata de una nevada que los meteorólogos ya habían anticipado horas antes, poniendo a 24 regiones francesas en alerta, todas ubicadas en la frontera con Bélgica, en el norte, hasta el centro de Francia. En total, según informó el portal MéteoFrance, se esperaban acumulados de hasta cinco centímetros de nieve durante el primer frente, seguido del cual llegará otro en las próximas horas que aumentará el espesor hasta una decena de centímetros (incluso hasta 15 puntualmente) debido a las bajas temperaturas en todas esas regiones.
Al colapso en el sector de transportes urbanos también hay que sumarle el de mercancías, que circula a través de las autovías y autopistas de todo el país. De momento, la Seguridad Vial explicó en un comunicado que las condiciones eran "delicadas" en las carreteras de los departamentos de Ariège y de los Pirineos Orientales, fronterizos con España, y prohibió la circulación de camiones de más de 19 toneladas en los principales accesos a Andorra, en la N320 y N22 desde L'Hospitalet y en el puerto de Puymorens, también en la N320.
Frente a esto, el Ministerio de Transportes ha explicado en un comunicado que en la región de París, y "mientras las condiciones meteorológicas lo justifiquen", la velocidad queda limitada a 80 kilómetros por hora. Y algunos departamentos del norte de Francia se han visto obligados a suspender con carácter preventivo el transporte escolar para la jornada del martes.