El norte de China está experimentado una ola de frío polar que desploma los termómetros a niveles extremos que rozan los -40ºC. Lejos de refugiarse en casa, los residentes y turistas han decidido echarse a la calle para disfrutar de las maneras más originales. Desde la frutera utilizando una de las piezas a la venta a modo de martillo hasta 'artistas' que crean figuras en el aire lanzando agua caliente al aire, que se congela al instante. Hay mil maneras de enfrentarse a las temperaturas gélidas, y en el país asiático saben cómo hacerlo sin aburrirse.
En el norte de China están acostumbrados al frío extremo, ya que año tras año los bajo cero son una constante. En 2016, se alcanzó en la ciudad de Genhe la cifra histórica de -48ºC.
La Administración de Meteorología del país ha afirmado que la temperatura promedio anual en algunas aldeas es de -5℃, pero pueden llegar incluso a los -50℃ o menos. Sin duda lo que muchos vemos como un hándicap se convierte en un entretenimiento para muchos habitantes.
Asimismo, en la ciudad de Harbin, en la norteña provincia de Heliongjiang, enormes esculturas decoran el paisaje desde hace años durante el invierno. La región es también famosa por ser "el punto más septentrional de China" y atrae a multitud de turistas en busca de "ver al Papá Noel certificado de Finlandia".
*Imagen: Festival anual de hielo en Harbin, provincia de Heilongjiang, China, el 7 de enero de 2019. REUTERS / Tyrone Siu