Una vecina afirmaba: "hay gente que no se da cuenta del peligro del mar". Esta es además, la misma playa en la que hace tan sólo unos días, una ola arrastró a una joven de 22 años, a la que emergencia sigue buscando. Además, a ratos sólo pueden llevar a cabo esta labor por tierra, debido al mal estado del mar.
Pero el oleaje no es el único peligro que azota la fachada atlántica gallega, ya que también hay importantes precipitaciones y fuertes vientos. En Vigo ha llovido mucho y soplan rachas de hasta 100 km/h. Entre risas y esperanza, dos vecinos aseguraban que "menos sol, tenemos de todo" y el más contundente "esto es Galicia".
Para salir a la calle hay que tener en cuenta que los peinados sean a prueba de viento gallego. "Si no nos ponemos el gorro, muy mal", ríe una mujer. Y todo esto en plena primavera que promete seguir así de salvaje. Un mal tiempo que se extiende también en Asturias, País Vasco y Castilla y León.