¿Heliópolis, Rascafría, Solana? Lugares (muy cerca) que le deben su nombre a la meteo

La meteorología nos ha inspirado a la hora de ponerle nombre a nuestros bebés, a nuestras mascotas y también a nuestros lugares de nacimientos. Por ejemplo, Heliópolis, un barrio residencial de Sevilla que significa 'Ciudad del Sol' en griego. Sus casas son de arquitectura regional andaluza, y fue en 1958 cuando se cambió el nombre de Hoteles del Guadalquivir a Heliópolis por decisión popular. El apelativo del barrio pudo ser propuesto en primer lugar, según el historiador José Díaz de Mena, por el periodista Luis Carlos Mariani, en referencia al sol hispalense ya que Sevilla es una de las ciudades de Europa que más días de sol tiene al año. Por cierto, los domingos recibe la visita de aficionados al fútbol debido a la cercanía del estadio del Betis. Por Ton Vilanova.

El nombre de la isla tiene dos posibles orígenes. Puede significar 'fuerte viento' porque la isla esté situada en una corriente de vientos fuertes, lo que la convierte en el paraíso de los deportes acuáticos como el surf o el kite. O que el nombre venga de la expresión francesa para "fuerte aventura". Como sea, Fuerteventura es, de todas formas, uno de los sitios más soleados del mundo, con unas 3.000 horas de sol al año.

La Solana se encuentra en Ciudad Real y, según dicen los antiguos escritos, el nombre proviene de un pozo llamado Fuente de la Solana, usado en los primeros tiempos por pastores y pobladores. El nombre del pozo tenía que ver con que estaba cerca de una fuente, situada en la solana de la pequeña elevación por donde se extendió el pueblo. Dicho enclave corresponde con el actual rasillo de Santa Ana, donde hay un pequeño jardín.

Barlovento recibe su nombre por su situación y por los vientos que recibe del Atlántico, y es un destino perfecto para todos aquellos viajeros que buscan el encuentro con la naturaleza, y que disfrutan con los bosques, los valles, la montaña y recorriendo caminos y senderos. No te vayas sin visitar… la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, del siglo XVI.

Existen varias hipótesis sobre el origen del nombre Villanubla en Valladolid. La más tradicional en el pueblo, pero sin ninguna prueba histórica que la corrobore, habla del rey Juan II de Trastámara perdido en una cacería en medio de los Torozos a causa de la niebla. Su refugio, el convento de los Ángeles, le brinda la ocasión para rebautizar aquel lugar hasta ese momento conocido como 'Fuentes Claras' con un nuevo nombre, la villa de la niebla, Villanubla. Otra hipótesis habla de un origen mozárabe del nombre, como una fusión del término castellano 'villa' y la palabra mozárabe 'anubda’, voz derivada del árabe 'al-nubda', que designa una invitación o un llamamiento para la guerra.