Tras una enorme montonera blanca, se intuyen las casas de una urbanización cercana a la estación de esquí. "Deben haber caído como dos metros y medio de nieve", afirmaba un vecino impresionado. Más difícil es encontrar donde ha dejado uno el coche aparcado, ya que algunos aguardan totalmente sepultados bajo la nieve. "No sé cómo los podrán sacar… me imagino que con horas de palas", adelantaba otra vecina.
Los últimos temporales de nieve en la zona alta de Sierra Nevada, han generado muchos cambios. Los operarios trabajan a golpe de martillo para poder arrancar el hielo acumulado en los cables de los remontes. En tierra, los esfuerzos por despejar las calles son máximos, pero vemos algún que otro punto de la carretera que se pierde tras un muro.
"Aquí hay más de dos metros de nieve", augura un ciudadano, mientras observa el final de una carretera. Se trata del acceso a la Hoya de la Mora, situada a 2.500 metros de altitud, y que lleva cortada ya tres semanas, desde el pasado 26 de febrero.
Allí, los negocios de su área recreativa, se encuentran desde entonces sepultados bajo tres metros de nieve, asomando únicamente sus tejados. Los dueños de estos quioscos y bares se prevén lo peor: "me temo que esto ya hasta el mes de mayo… hemos terminado de trabajar… o junio", lamentaba un propietario. Ellos viven de la nieve, pero tanta como ha caído, les ha dejado las mayores pérdidas de los últimos 20 años, cuando otro temporal les bloqueó los negocios casi todo el invierno.