La ola de calor que ha dejado incendios en un total de 7 provincias llega a su fin, con un descenso generalizado que aliviará ligeramente el termómetro esta semana. Seguimos en verano y por tanto seguirán las temperaturas elevadas, pero serán ya más habituales para la época del año. Además las lluvias siguen haciendo acto de presencia, aunque débiles, en el Cantábrico y alrededores, y vamos a tener tormentas en algunas zonas montañosas de la mitad norte. Julio llega, eso sí, con mucho calor al sur peninsular y el valle del Ebro.
Estrenamos mes después de superar los 40ºC en muchas regiones y vemos cómo las temperaturas van normalizándose desde el comienzo de la semana. El alivio térmico se notará más durante el día en el interior del litoral Cantábrico y en Navarra, donde descienden las máximas hasta 10ºC con respecto al domingo. En el resto del país, en general, bajarán entre 1 y 5ºC.
Vuelve a ser una jornada estable y tranquila por lo general, con cielos despejados en Andalucía y casi completamente rasos en el centro peninsular, así como en el Mediterráneo y en Baleares. Tendremos más nubes y algunos chubascos en las islas de más relieve del archipiélago canario, aunque serán de poca importancia. La segunda mitad del día llegará la inestabilidad a zonas cercanas a Cantábrico: País Vasco, Navarra y, también, en puntos de Pirineos, donde tendremos alguna que otra tormenta.
Los valores se mantienen muy cálidos, por encima de los 35ºC, en todo el centro peninsular, alcanzando casi los 40ºC en Andalucía y alrededor de los 30ºC en el área mediterránea. Se mantienen aún elevadas, con casi 40ºC, en puntos del valle del Ebro. De nuevo serán envidiables las temperaturas en el Cantábrico, con 20-21ºC.
El martes volveremos a contar con una jornada de cielos casi completamente despejados, muy azules, en el centro. Estarán ligeramente velados, sin embargo, a orillas del Mediterráneo, con calima en esta zona y en la mitad norte peninsular.
Nos vamos a encontrar con cierta inestabilidad sobre todo de cara a la tarde, con algunas tormentas más intensas, en zonas de montaña y en el Cantábrico.