Por un día hemos disfrutado de la lluvia que ha limpiado un poco la contaminación de las ciudades y volvemos ahora al tiempo seco en casi todo el país. Las precipitaciones se producen de forma dispersa en áreas del extremo norte donde por la tarde llegarán más nubes cargadas de humedad. En las zonas más expuestas como Pontevedra veremos las cantidades más generosas, aunque se producirán algunos chubascos también en el oeste de Castilla y León, Asturias, Extremadura e incluso puntos de Castilla-La Mancha pero, durante el día, tenderá a estabilizarse el tiempo.
En cuanto a las temperaturas, toca abrigarse más que otros días especialmente por la mañana porque las temperaturas han bajado durante la noche. Durante el día serán más bajas también, especialmente en la vertiente mediterránea, donde se desploman los termómetros hasta 8ºC.
En el interior peninsular no llegamos ya a los 15ºC, que se siguen alcanzando en zonas del norte y se superan en el Mediterráneo pero, en general, las temperaturas se van a acercando más a los valores normales para la época del año.
El viento del miércoles ha amainado y no hablaremos de rachas importantes pero sí soplará todavía en el norte, dejando una situación costera alterada en las costas de Galicia, donde alcanzarán los 6 metros de altura las olas. En el resto de la península ambiente mucho menos ventoso, con la excepción del litoral mediterráneo, donde el viento de poniente dejará también un mar agitado, sobre todo en Menorca.
La víspera del fin de semana esperamos algunas lluvias por la mañana en puntos del Cantábrico y del sur de Andalucía y norte del archipiélago canario, aunque se irán disipando rápidamente. La tendencia general serán los cielos despejados con algunos intervalos nubosos.
Las temperaturas comenzarán a subir ligeramente en casi toda la península aunque de manera muy tímida, como aperitivo del subidón que se producirá el fin de semana, de hasta 8ºC de un día para otro en muchas regiones.