El vino del año que viene, amenazado por la sequía

Elsa Alonso 24/09/2017 16:07

"Es sin duda una de las estimaciones en producción más baja de los últimos diez años, junto con el 2012, también bajo", confiesa José Ugarrio. La obtención de uva española ha ido descendiendo gracias a los tres años consecutivos de excesiva sequía hasta quedar a niveles preocupantes: "se espera que la producción de uva descienda un 30 por ciento con respecto al año pasado".

La primavera, que ya tiene poco de entretiempo, y el verano, con temperaturas inusualmente altas, se están viendo reflejadas en los pluviómetros provinciales, que demandan agua en todas las cuencas: "la cuenca del Guadiana, del Júcar, del Tajo… todas están a unos niveles ínfimos. De hecho, en algunas comunidades se ha visto en peligro el consumo humano de agua, hecho que denota cómo está el panorama", dice Ugarrio.

Gracias a esta causa meteorológica, los viñedos están rindiendo poco y, por consiguiente, la elaboración de vino se está resintiendo: "se esperan 36 millones de hectolitros", comenta el técnico de Asaja, frente a 44 millones que se obtuvieron el año pasado, según los datos del FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria).

*TABLA: Estimaciones de producción del año 2016/ Fuente: FEGA-mapama.org

El norte y Levante, los más dañados

La sequía es la primera causa meteorológica, pero no la única. José Ugarrio explica: "las heladas catastróficas que llegaron en primavera afectaron al norte, en concreto, a la ribera del Duero, La Rioja, parte de Galicia, Castilla y León, y también a toda la zona de Levante. Además, se dieron cuando la producción estaba en estado fenológico, su fase más sensible". Si a esta etapa, le sumamos las tormentas de pedrisco del último mes, se explica una vendimia tan escasa: "la producción se ha mermado por las tormentas de pedrisco que, si bien son puntuales y muy localizadas hacen mucho daño”, aclara Ugarrio. Han tenido lugar en Levante y en algunos pueblos de Cuenca y Albacete, aunque el técnico asegura que "en Castilla-La Mancha, donde se produce el 50% de la uva de toda España, ha tenido como problema primordial la sequía".

¿Por qué se adelanta la producción en los viñedos?

Una vez más, por el cambio climático. Los ciclos de sequía, los períodos de altas temperaturas y los constantes contrastes meteorológicos están haciendo que se adelante la producción casi dos meses: "la maduración de la uva depende de las horas de la luz y la temperatura. Como las primaveras son cada vez más calurosas, este proceso sea más rápido y menos idónea", detalla el experto de Asaja.

No obstante, hay una consecuencia que no es del todo mala: "Se ve que la ausencia de humedad hace que no se infecte la cosecha por hongos y esto da más calidad a la uva porque no transmite enfermedades", cuenta Ugarrio.