Y sigue, un día más, y con más fuerza, la polémica desatada por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, para becar a los estudiantes cuyos padres tengan rentas altas, por encima de los 100.000 euros anuales. Una política que según el presidente del Gobierno va en contra de la política redistributiva de las ayudas escolares.
Díaz Ayuso va a triplicar el límite de ingresos para optar a una beca pública en un centro privado. "Así es como queremos nosotros enfocar la Educación en Madrid", comentaba la mandataria. Dando más opciones a los que más tienen. Un error, según el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. "Eso es retorcer, violentar, el propio significado de la política pública", señalaba al respecto.
En barrios donde sobreviven a base de becas, no ven la igualdad, pero en otras zonas más pudientes defienden la libertad de elección. La Comunidad de Madrid seguirá adelante en las etapas no obligatorias. "18.000 familias que no tenían derecho a beca ahora la van a tener. Comprendo que al señor Sánchez esto le moleste. Porque a él la clase media le repatea, pero...", ha comentado Enrique Ossorio, consejero de Educación de la Comunidad de Madrid. Intentando compatibilizar igualdad y libertad.