Francia dice no al gasoducto que pasa por el Pirineo español. Ni la petición del Canciller alemán ante la crisis del gas ruso ni las declaraciones de la Comisión Europea a favor han hecho cambiar de opinión al Gobierno de Macron.
Los franceses han sido muy contundentes y han dado varias razones, entre los obstáculos están su alto coste que podría ser seis veces más que los 400 millones de euros pensados al inicio. Otra de las razones el tiempo de construcción que aseguran se demorará mucho, llegando a llevar años en ser construido.
Los franceses creen que tampoco liberaría la actual crisis energética que se está viviendo en Europa.
Los ecologistas locales también se oponen por el trazado del proyecto y porque no ayudaría a cumplir con los objetivos de la neutralidad del carbono para el 2025.
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, respecto al desarrollo del gasoducto a través de los Pirineos con Francia, consideró que, en el actual contexto, el país galo "está en buenas condiciones de entender que construir Europa pasa por esa apuesta en común de las infraestructuras". "Será un debate importante en los próximos meses", añadió.