'Caso Mediador': Meritxell Batet autoriza el registro del despacho de 'Tito Berni' en el Congreso

Novedades del 'caso Mediador', el presunto caso de corrupción con epicentro en Canarias que salpica al PSOE. Ángeles Lozano Cáceres, la jueza encargada de la causa ha solicitado la autorización al Congreso de los Diputados para que le entreguen las pertenencias que el exdiputado del PSOE canario Juan Bernardo Fuentes Curbelo, apodado 'Tito Berni', tiene todavía en su antiguo despacho. Una operación que se llevará a cabo con la "mayor brevedad posible" tras haber dado el visto bueno esta tarde la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet.

Ahora es la jueza la que debe emitir la orden y será la Policía del Congreso de los Diputados la que recoja todo ese material del exdiputado socialista para enviarlo al Juzgado de Instrucción número 4 de Santa Cruz de Tenerife y así contribuir a la investigación.

La jueza tiene como objetivo saber si existen más participantes en la trama

Para la jueza es clave saber si existen más participantes de la trama, es decir, si el ordenador de Juan Bernardo Fuentes Curbelo contiene información y nombres de otros implicados en la red corrupta. Él era el reclamo. Su condición como diputado era uno de los argumentos que utilizaba el mediador, Marco Antonio Navarro Tacoronte, para atraer a los empresarios y a sus sobornos.

Marco Antonio Navarro Tacoronte ahora tiene "miedo": dice que por eso se ha cambiado de casa

Sorprende escuchar a Tacoronte decir que, tras haberse destapado la trama, ahora tiene miedo y que por eso se ha cambiado de casa. Canalizaba gran parte de los sobornos a través de su mujer y la idea era clara: los empresarios le pagaban buscando subvenciones y facilidades administrativas para sus negocios gracias a la posición de poder que ostentaban Fuentes Curbelo, 'Tito Berni', y su sobrino Thaiset Fuentes. "¿Es el motivo por lo que usted hizo esos pagos?", le preguntaban en la sala. "Efectivamente", respondía. La exhibición de poder e influencia de la que presumía la trama les hacía pagar sin dudarlo. Una sumisión que sorprende a la propia jueza instructora.