Irene Montero asegura que "las pulseras antimaltrato son seguras y salvan vidas, pero necesitan mejoras"
Irene Montero subraya que "ninguna mujer ha sido asesinada llevando pulseras", las cuales "son seguras y salvan vidas"
Varias actas sobre violencia de género alertaban ya desde julio del año pasado de los fallos en las pulseras antimaltrato: "Daban localizaciones erróneas"
La exministra y secretaria política de Podemos, Irene Montero, ha afirmado este domingo en Madrid que las pulseras antimaltrato "son seguras y salvan vidas: ninguna mujer ha sido asesinada llevando pulseras", aunque ha admitido que el sistema "necesita mejoras". Hace pocos días, la eurodiputada denunció las "mentiras" sobre dichas pulseras.
En declaraciones durante el transcurso de una manifestación por el aborto accesible en la sanidad pública y preguntada por las críticas a los supuestos fallos de las pulseras, Montero ha recordado que este sistema de seguimiento telemático de las medidas de alejamiento impuestas a agresores machistas lleva funcionando en España desde el año 2009, "y los contratos hay que renovarlos cada cierto tiempo".
Montero defiende su labor al frente de Igualdad
Irene Montero también ha comentado a los medios que, mientras ella fue ministra de Igualdad, se renovaron esos contratos y se aprovechó "para hacer mejoras". Por otra parte, la actual titular del Ministerio, Ana Redondo, ha criticado a quienes "generan dudas" sobre su gestión de las pulseras.
Montero ha informado de que Telefónica ha tenido el contrato desde que empezó el funcionamiento del servicio, "pero los dispositivos estaban viejos, las baterías se acababan rápido, y las mujeres se quejaban de que eran dispositivos muy grandes".
"Nosotros queríamos que esos dispositivos fuesen multiagresor para el caso de una mujer que tiene cuatro agresores y precisa llevar cuatro pulseras en su bolso. Necesitábamos hacer esas mejoras, pero Telefónica se negó", ha dicho.
Por ello, ha comentado que, como se hace en la Administración pública, se trasladó todo a un pliego, pero Telefónica no se presentó y se adjudicó el contrato a otra empresa.
Finalmente, la eurodiputada ha lamentado que "sectores de la derecha política, mediática y judicial" cuestionen las políticas públicas feministas como las pulseras antimaltrato y planteen la supuesta desprotección de las mujeres.