Las encuestas no dan ningún resultado claro y nadie pone la mano en el fuego por un ganador en las elecciones municipales y autonómicas del próximo 24 de mayo. El índice de indecisos en todas las comunidades alcanza las cifras más altas que se recuerdan y esto obliga a los líderes políticos a redoblar sus esfuerzos por arañar esos votos.
Los partidos emergentes intentan sacar cabeza. Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, pide en Gerona el voto de los catalanes sensatos, frente al independentismo, utilizado según él por los nacionalistas para esconder la corrupción y la mala gestión.
El Valencia, Íñigo Errejón, número dos de Podemos, intenta convencer a los indecisos de que voten al partido “de la gente decente y normal”. Errejón asegura que los antisistema son PP y PSOE.
El papel de los expresidentes también está siendo fundamental en esta campaña. José Luis Rodríguez Zapatero ha apoyado a Antonio Miguel Carmona, candidato socialista al ayuntamiento de Madrid, pidiendo el voto para “quien ha trabajado un programa, no quien ha improvisado, quien ha venido por casualidad”. “Desconfíen de los que consideran que nunca cometen errores”, afirma, “son los peores”.
¿Sorpresas el día 24 de mayo?
En respuesta, Pablo Iglesias reconoce que “hemos podido cometer errores pero hemos madurado mucho en los últimos meses y el próximo día 24 va a haber sorpresas”.
Sorpresas que pueden dar el 40% de votantes que aún no han decidido a quién apoyarán, según las encuestas.
Izquierda Unida y UPyD también echan el resto con los que dudan. Cayo Lara lo hará este martes en Madrid y Rosa Díez en Vigo con una petición: “Que los ciudadanos den la vuelta a las encuestas”.