Según los medios de comunicación italianos, con esta convocatoria el Jefe de Estado pretende resolver de manera consensuada y lo antes posible el atolladero en el que se encuentra el Gobierno.
Por ello fueron anuladas la reuniones previstas para hoy de los portavoces de los grupos parlamentarios, que tendrían que haber fijado las fechas para votar tanto la moción de censura al Ejecutivo presentada en la Cámara de los diputados por los opositores Partido Demócrata (PD) e Italia de los Valores (IDV) como la cuestión de confianza a la que Berlusconi someterá a su Ejecutivo en ambas cámaras.
Con los presidentes de Cámara y Senado, Napolitano intentará poner orden a esta "guerra" de mociones que se ha desencadenado entre Ejecutivo y oposición y estudiar cuál de ellas se tiene que discutir antes.
Napolitano no puede interferir en las decisiones de los grupos parlamentarios, que son completamente autónomos, pero pedirá "responsabilidad" a sus componentes, según explican los medios.
Como ya ha reiterado en otras ocasiones, Napolitano insistirá a Fini y Schifani sobre la prioridad de que se apruebe la Ley de Presupuestos Generales de 2011 antes de las mociones, algo que comparten todas las fuerzas políticas para garantizar la estabilidad económica del país.
A esta situación se ha llegado después de la salida del partido gubernamental, Pueblo de la Libertad (PDL), de Gianfranco Fini y de sus correligionarios que ahora se han reunido en el movimiento Futuro y Libertad (FLI) y cuyos votos en la varias mociones decidirán la posible caída del Gobierno de Berlusconi.