Ha sido uno de los partidos más agónicos de la historia del baloncesto y, sin duda, uno de los más emocionantes que ha vivido la selección española que ha vuelto a demostrar que tiene un ADN ganador como ninguna. En una remontada increíble y tras dos agónicas prórrogas, España ha logrado meterse en la final del Mundial de Baloncesto al derrotar a Australia por 95-88.
Los españoles han superado la baja de Pau y las críticas de los inicios del campeonato y han dado una demostración de orgullo y de raza actuando como un bloque todos a una. Un aficionado al baloncesto, al que también ha jugado, es el presidente del Gobierno en funciones que ha vivido el vértigo hasta el último segundo de la victoria. Un vértigo que no parece que se vaya a producir en las negociaciones de investidura donde todo indica que iremos a elecciones generales. No ha sido el único que ha reaccionado al instante para felicitar al equipo español. Rivera ha destaca el esfuerzo y el talento del equipo de Scariolo. Pablo Casado también ha calificado el partido de apoteósico y épico. Los chicos de la selección si han cumplido su objetivo, muy al contrario que nuestros líderes políticos.