La vicepresidenta Carmen Calvo no ceja en su empeño de corregir el lenguaje sexista en la política. Su última propuesta, es acortar el nombre del Congreso de los Diputados a simplemente Congreso, como ya se hace con el Senado. Todo para no "excluir" a las diputadas.
Cambios en la fachada del edificio de la Carrera de San Jerónimo, descolgar a los diputados del nombre de la denominación de la cámara baja. Congreso solo Congreso.
En la calle la hay división. Es la petición de la Premio Nacional de Historia, Anna Caballé defendida por la vicepresidenta del gobierno.
Volvió a llamarse Congreso de los Diputados cuando apenas había mujeres en sus escaños. Ahora son 151 de 350 los escaños ocupados por diputadas. Como ejemplo la otra cámara, la alta, llamada a secas Senado.
No es la primera vez que se pide modificar el nombre del Congreso para dejarlo en esa sola palabra, sin alusiones a diputados ni diputadas. No es la primera vez que se saca este debate, ya lo hizo hace cuatro años. Una paridad que se quiere instalar hasta en los leones que custodian la formula neutra para designar al parlamento nacional.