Por este crimen, la Fiscalía de Tarragona pide una pena de 54 años de cárcel para Rubén Sánchez por doble asesinato, violación de domicilio y robo con fuerza; y 50 años para el otro acusado, David Almagro.
El juicio empezó el 22 de noviembre en la Audiencia de Tarragona con la declaración de ambos acusados, que negaron los hechos con continuas contradicciones entre ellos.
Los hechos se remontan al 3 de diciembre de 2008, cuando, sobre las 21 horas, los dos acusados, junto con un menor de edad, ya condenado a diez años de internamiento en un centro cerrado, se dirigieron en un vehículo a la casa del matrimonio, situada junto a la carretera N-340, en el término municipal de Alcanar.
Al parecer, Rubén Sánchez conocía a las víctimas, Felipe B. y Stela A., porque les había comprado un vehículo en el concesionario de su propiedad, situado junto a la casa.
Según el fiscal, Rubén se aprovechó de "la amistad" que le unía con los propietarios del concesionario para que le abrieran la puerta y le dejaran pasar al interior de la vivienda.
Media hora después, David Almagro y el menor de edad irrumpieron en el domicilio, aprovechando que la puerta estaba abierta, con pasamontañas y exhibiendo varias armas. Una vez en el interior de la casa, redujeron a las víctimas y les ataron muñecas y tobillos.
Después, Rubén y el menor se llevaron a la mujer a la cocina, le pidieron que dijera dónde guardaban el dinero y, ante la negativa de ésta, la golpearon brutalmente y la asfixiaron hasta la muerte.
Por su parte, David Almagro golpeó a Felipe B. y, ante la resistencia y negativa de éste a revelar dónde guardaba el dinero, le golpeó y le clavó una navaja en la axila, dejándolo malherido.
Durante "este largo periodo de agonía", registraron la casa y oficinas en busca de cajas fuertes y dinero, y finalmente, también le asfixiaron, asegura el fiscal.
Tras cometer el doble asesinato, se llevaron un vehículo de alta gama del concesionario, electrodomésticos y otros objetos tasados en más de 15.000 euros, así como 4.500 euros en metálico.