El emocionante abrazo del rey emérito Juan Carlos I con su nieto Pablo Urdangarin

  • Uno de los momentos más emotivos del rey emérito ha sido su abrazo con su nieto Pablo Urdangarin

  • El rey emérito, Juan Carlos I, en su visita a España, ha llegado a las siete de la tarde de este sábado a Pontevedra para ver jugar al balonmano a su nieto Pablo Urdangarin

  • El emérito, aclamado a su llegada al náutico de Sanxenxo

Las imágenes del Rey emérito con sus nietos siguen dando que hablar. En medio de la tensión que rodea su vuelta, con un encuentro que será privado con Felipe VI, los momentos más emotivos del Rey emérito en los últimos tiempos han sido protagonizados con sus nietos. Primero, con una foto con ellos en Abu Dabi, que trajo ríos de tinta.

Y ahora, otra de las imágenes más emotivas ha sido al del abrazo con uno de sus nietos más mediáticos, nada menos que Pablo Urdangarin, que se ha convertido en uno de los miembros más buscados tras su saber estar en la separación de sus padres. Ese abrazo dará de nuevo que hablar así como las dificultades, enormes, del rey, en su movilidad. Aunque no haya parado en su regreso a España, criticado por muchos y aplaudido por no pocos. Alberto Garzón ha sido uno de los mas duros calificar de delincuente al rey emérito.

En medio de una enorme expectación, que no cesa, el rey emérito Don Juan Carlos pasa su tercer día en España, concretamente en la localidad pontevedresa de Sanxenxo. Hoy estaba previsto que participara en la regata a los mandos del Bribón, su barco, la falta de viento ha obligado a retrasar el inicio de la jornada. Juan Carlos I se ha detenido a atender a los medios de comunicación y, preguntado por cómo está siendo su estancia a España, el emérito ha comentado: "Muy buena, muy buena, ya lo veis".

El rey emérito, Juan Carlos I, en su visita a España, ha llegado a las siete de la tarde de este sábado a Pontevedra para asistir como espectador al partido que disputaban, en el pabellón municipal, el Club Cisne Balonmano y el Barça B, equipo en el que juega su nieto, Pablo Urdangarin, uno de los cuatro hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.

Tras terminar el partido, Don Juan Carlos I y Pablo Urdangarin se fundían en un abrazo, tras darse un beso en la mejilla. Nieto y abuelo vivían un momento muy íntimo, a pesar de estar rodeados del resto de espectadores del Pabellón Municipal de Pontevedra. Pablo Urdangarin sostenía la mano de su abuelo, que sonreía orgulloso por haber podido disfrutar del talento de su nieto a pesar de haber perdido el partido.

Pablo Urdangarin recibe, así, el apoyo de su abuelo, tras tantos meses sin poder disfrutar de él. Está claro que Don Juan Carlos I intenta recuperar el tiempo perdido, retomando la relación con sus nietos y dedicándoles más tiempo de calidad.