Hablan dos directoras de cárceles en España: "Aportamos otra forma de ver la vida, somos más dialogantes"

  • Concha Zurdo se encargará de abrir el nuevo centro penitenciario de Soria

  • Elsa López dirigirá la cárcel de Aranjuez

  • Las dos acaban de ser nombradas para ponerse al frente de dos grandes cárceles

Elsa López apura sus últimos días como directora de la prisión de Ocaña I, porque el martes se traslada a la de Aranjuez, muy cercana, pero "más grande". Aún no la conoce desde dentro, pero intuye que Aranjuez puede ser "menos dura", porque es un centro donde hay módulos familiares, niños o ancianos, lo que le va a permitir trabajar con todos los rangos de edad a la hora de cumplir su gran objetivo: "el tratamiento".

La prisión que López dirige ahora tiene capacidad para 400 internos, la de Aranjuez, casi para mil. Pero ella explica que la práctica totalidad de los presos cumplen condena, que ya no están a la espera de juicio, por lo que la población es "más estable".

Atrás deja un año como directora de Ocaña I, el año de la pandemia. El balance de la nueva directora de la cárcel de Aranjuez es bueno. Se siente "orgullosa" de su equipo y también de ser una de las 29 mujeres al frente de un establecimiento penitenciario en España: "Hace un año había 14 o 15, ahora somos 29", señala esta jurista, convencida del trabajo que las mujeres pueden hacer al frente de una prisión: "Aportamos otra forma de ver la vida, somos más dialogantes", asegura en su entrevista telefónica en NIUS.

"Esa forma de hacer las cosas", añade, es fundamental para el objetivo de la prisión: "el tratamiento". Y lo ha sido para afrontar la crisis del coronavirus, que en Ocaña I ha tenido tres brotes, el más importante en marzo: "Hemos intentado conversar con los internos, escuchar su miedo", asegura esta defensora de la reinserción que entiende que "todos hemos cometido errores alguna vez" y que el trabajo en las prisiones debe pasar por "levantar eso".

Desde Soria nos atiende otra directora de prisión recién nombrada, Concha Zurdo. Llegó el jueves desde la cárcel salmantina de Topas y tiene por delante todo un reto: poner en marcha el nuevo centro penitenciario de Soria. "Es apasionante -asegura- sentar las bases de una nueva cárcel".

Con 22 años de experiencia en el mundo penitenciario, no le asusta lo que viene por delante. Su plan pasa por potenciar los rasgos más positivos del centro soriano, como los talleres productivos de esta cárcel que trabaja con Fico Mirrors y Huf España, dos empresas dedicadas al sector de la automoción.

Su objetivo para la prisión es que mantenga la "impronta de la ciudad", pero todavía hay que diseñar la forma de hacerlo. La nueva cárcel "es una oportunidad para la ciudad", asegura su nueva responsable que explica que la cárcel está incluida en la vida soriana, por ejemplo a través de ONGs que trabajan con los internos. "Quiero que sea parte de la ciudad en materia cultural o en materia deportiva", afirma esta psicóloga que cree que puede aportar un nuevo punto de vista a la prisión gracias a su experiencia.

La cárcel de Sora creará 118 nuevos puestos de trabajo, necesarios para hacerse cargo de un centro con capacidad para 1.336 reclusos. La actual, construida en los 60 da cabida a 271. A nadie se le pasa por alto que también será una cárcel clave para los presos arrepentidos de ETA que se acojan a la Vía Nanclares. Soria está cerca de Euskadi, que acaba de asumir la competencia de sus prisiones.

La prisión ¿un mundo de hombres?

Los nombramientos de López y Zurdo se anunciaron este jueves junto a los de Ana Isabel Martín, que dirigirá Sevilla I y Zoraida Estepa, que se pondrá al frente de Ocaña I. Con ellas, ya son 29 las directoras de centros penitenciarios y de tratamiento en España. Las dos señalan la "evolución" que esto supone.

En la actualidad, las mujeres que trabajan en prisiones españolas representan el 33% del total, que son 24.000 trabajadores. En los puestos de dirección, también suponen un tercio: son 29 del total de 84 centros que hay en España.

Pero no sólo son mujeres. Son profesionales con amplia experiencia y formación que ya han dirigido otras prisiones, y las dos hacen hincapié en eso, que no es menor aunque el hecho de ser mujer marca diferencias. "Cuando yo entré al cuerpo de funcionarios, la mujer estaba incorporada, pero no a los puestos directivos", apunta Concha.

Elsa es tajante: "En las cárceles trabajan mujeres, en Aranjuez hay una directora de seguridad, una mujer es tan válida como un hombre para dirigir equipos, internos o la seguridad de una prisión".

De hecho, las dos han trabajado con equipos de hombres a su cargo y nunca se han sentido desautorizadas o cuestionadas por ellos, aunque admiten ha costado que las mujeres tengan puestos de dirección.

Una jurista y una psicóloga

El Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias está formado por juristas y psicólogos y a ellos competen, los puestos de mando de las cárceles, además de trabajos más técnicos, ligados a sus especialidades.

Elsa es jurista, pero asegura que siempre se ha involucrado mucho más allá de eso. "Los juristas no nos limitamos a leer sentencias, somos parte de equipos técnicos y cada uno desarrolla su vida profesional como desea", apunta.

En su caso, explica en que se ha "involucrado en programas de formación o de discapacidad intelectual", por ejemplo. Y defiende: "Los juristas valemos para mucho más que para leer sentencias".

En el caso de Concha, asegura que pasar de la psicología a la dirección supone un cambio "hasta donde tú quieras", porque al menos en su caso, sigue teniendo contactos con todos, con los trabajadores y con los internos. "Lo importante es que trabajes con todas las áreas, es algo que nunca se puede perder", afirma.

Y no, nunca ha trabajado en "una cabina" con presos, pero sabe muy bien lo que es porque trabajo porque he trabajado codo con codo con los funcionarios y funcionarias. "Cada uno tiene sus responsabilidades, pero además yo tengo mis cursos de defensa personal y sé cómo actuar en una situación de crisis con un interno", zanja.