España se vuelve roja y el PP se hunde con el peor resultado de su historia

telecinco.es 28/04/2019 23:35

El objetivo era acabar con Sánchez y el resultado es obvio: fracaso absoluto. La derecha ha naufragado, el bloque de izquierda gobernará en España sin grandes problemas y no estará maniatado por los independentistas. Ahora será él quien podrá elegir los socios que estime oportuno, aunque el grito de los socialistas en la noche de la victoria fue claro: "Con Rivera, no".

España ha dicho no a la ultraderecha, ha castigado sin piedad a una campaña dura del PP, extrema en ocasiones. Ha perdido casi la mitad de sus votos el PP de Casado y el PSOE ha ganado más de un 30 por ciento. Por ganar, ha ganado hasta en Madrid, feudo del PP.

Sánchez se ha mostrado orgulloso de haber ganado a la involución, mientras que los suyos gritaban un slogan del que parece ser su socio preferente: Podemos y su 'Sí se puede'. "Hemos ganado las elecciones y vamos a gobernar".

Escorarse a la derecha y olvidar el centro ha sido un pecado capital que los electores no han perdonado al PP. Rajoy y su idea de la sociedad española no parece que estuviera tan alejada de la realidad. Los españoles han salido en masa a votar (un 75,80% de participación) y lo han hecho apostando por el diálogo y no por el 155, y por la izquierda. La campaña de Sánchez, muy arriolística, comandanda por Iván Redondo ha dado sus frutos. El perfil bajo y victimista, el miedo a la derecha ha surtido efecto. El PSOE ha logrado su objetivo. El trío de Colón (la foto al final sí hizo daño) ha naufragado, aunque Vox haya logrado 24 escaños.

Rivera puede respirar aunque se quede muy lejos de la Moncloa, ahora tras subir nada menos que 25 escaños, se ve como la fuerza emergente de la oposición. Y el PP corre el riesgo real de pasar a ser un partido irrelevante después de un batacazo histórico, tras perder nada menos que 72 diputados.

Cataluña y País Vasco han sido vitales. En la primera, el ataque permanente ha provocado una participación histórica donde Junqueras y el PSC han logrado unos resultados que nadie preveía mientras que Arrimadas bastante ha tenido con sostenerse y Cayetana con lograr su escaño. Podemos, al que se daba por muerto, ha caído un 7%. Los debates han provocado que Iglesias lograra una vez una pequeña remontada, aunque la pérdida de escaños sea relevante.

Génova no da crédito

La desolación y el abatimiento se apoderaron de la sede nacional del PP, después de que el partido que dirige Pablo Casado haya logrado 65 escaños, el peor resultado de su historia. Con el 95% escrutado, los 'populares' logran el 16,69% de apoyo y se quedan muy lejos del 33,02 que cosechó Mariano Rajoy en las generales de junio de 2016, lo que ha provocado que durante toda la noche la sede del partido pareciera un funeral.

Aunque en filas del PP eran conscientes de que iban a perder escaños, no esperaban esta debacle electoral. Se habían aferrado al voto oculto que tradicionalmente tiene la formación y el alto porcentaje de indecisos, superior al 30%. Además, los 'populares' confiaban en que su campaña de apelación al voto útil al PP como única fuerza con posibilidad de echar a Pedro Sánchez de Moncloa surtiera efecto. Estaban equivocados. El efecto de Vox ha resultado devastador.

Ciudadanos (Cs) -que sube de 32 a 57 escaños-- ha sido "refugio" en el centro-derecha de una parte de votantes que han temido a lo que Vox ofrecía y significaba. A su entender, el partido de Albert Rivera ha sido el "beneficiario" de esa "preocupación" que despertaba la formación de Santiago Abascal.

Casado ha obtenido el 16,69% de los votos y se ha dejado en el camino casi cuatro millones de votos. El PP toca suelo y cae a valores de apoyo inferiores a los de su refundación en los noventa.

En concreto, Fraga obtuvo en las generales de junio de 1986 el 25,9% y 105 escaños. Y cuatro años antes, en 1982 Alianza Popular consiguió un 26,3% y 107 escaños. Con el debut de José María Aznar al frente del PP en octubre de 1989, el partido alcanzó el 25,7% y 107 diputados.

Con los datos de esta noche, el PP se sitúa ahora muy lejos de sus mejores resultados históricos, que obtuvo entre los años 1996 y 2011, cuando sus votantes sumaban en torno a diez millones de personas. Su mejor cota sigue siendo la de 2011, cuando Mariano Rajoy consiguió 10,8 millones de apoyos y 186 diputados.

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