¿Está España preparada para rebajar ya el uso de las mascarillas en exteriores?

  • Las CCAA discrepan y no todas tienen claro que sea buen momento para el debate

  • Algunas autonomías ven "precoz" plantear ya que dejemos de usar mascarillas en exteriores

  • Pedro Sánchez ha dicho que "pronto vamos a abandonar las mascarillas en la calle"

La relajación en el uso de la mascarilla en exteriores en España parece próxima y durante los últimos días no ha dejado de ser objeto de debate. El último cargo del Gobierno en pronunciarse al respecto ha sido el propio presidente, Pedro Sánchez, quién hoy mismo ha señalado directamente que “pronto vamos a abandonar las mascarillas en la calle”, aunque no todas las comunidades están de acuerdo en el planteamiento y, de hecho, este miércoles el Consejo Interterritorial no ha llegado a ninguna conclusión, aplazando la decisión al respecto y emplazándose a continuar debatiendo sobre ello.

La posición de Sanidad parece clara: la situación epidemiológica es buena y la incidencia acumulada a 14 días ha caído hoy por debajo de 100 casos por 100.000 habitantes (98,78) por primera vez desde el 12 de agosto, por lo que, teniendo también en cuenta el ritmo de vacunación y que ya son 46,5% los que cuentan al menos con una dosis contra el coronavirus, ven factible decir adiós a las mascarillas en exteriores de forma casi inminente. Durante sus últimas comparecencias, el epidemiólogo Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, ha reiterado en sucesivas ocasiones que, efectivamente, esa decisión puede estar muy próxima: “Julio puede ser muy buena fecha, quizás incluso antes”, dijo hace una semana, mientras este mismo lunes iba más allá señalando, como Sánchez, que “será pronto” y podría darse ya la “situación adecuada”.

No obstante, el epidemiólogo, que en diversas ocasiones se ha manifestado también partidario de que, de relajarse el uso de las mascarillas, se haga a nivel nacional y cuando la situación sea más homogénea, dejó claro en su último análisis de la evolución epidemiológica que todavía existen “diferencias” que “se van remarcando”, especialmente ahora, entre los grupos de edad, detectándose incidencias más altas entre los jóvenes. Se debe, señaló, a “una lógica clara”: que “los grupos vacunados tienen unas incidencias progresivamente menores”. Por eso, entre los jóvenes los últimos datos muestran una “incidencia estable y, en muchas CCAA, incluso ascendente”.

El coronavirus está ahí”, dijo, recordando en este sentido que “hay grupos en los que sigue habiendo transmisión”, por eso, y dadas las coberturas de vacunación de España, que aunque avanza a buen ritmo está muy lejos del 50% de la población inmunizada, –y mucho más del 70% pretendido para lograr la llamada inmunidad comunitaria–, en la calle, como entre algunas autoridades sanitarias, persiste la pregunta de si es verdaderamente el momento para decir adiós a las mascarillas en este momento, aunque sea solo en exteriores.

¿Es pronto para dejar de usar las mascarillas en exteriores?

Frente a esta cuestión, y ante las palabras de Pedro Sánchez, nuevamente lo que existe es discrepancia entre las comunidades autónomas. Fundamentalmente, algunas lo consideran “precoz” o ven precipitado el debate, mientras otras apuntan a julio como el mes para dejar de usarlas en la calle.

Durante la Comisión de Salud Pública de este martes, en palabras de Carolina Darias, ministra de Sanidad, no se abordó la cuestión: "No se ha tratado. No hay fecha", dijo,y hoy tras el Consejo Interterritorial la noticia es que vuelve a aplazarse la decisión.

Entre tanto, las CCAA ya han ido dejando clara su postura:

Así, Murcia aboga por una retirada del uso obligatorio de la mascarilla en exteriores a partir de julio, como Cataluña. Navarra, igualmente, ve "probable" que a lo largo del séptimo mes del año se pueda relajar el uso de la mascarilla en ciertos espacios.

A favor de plantear este debate también se han posicionado Comunidades como Baleares, Galicia o la Comunidad Valenciana. En el caso de esta última, abogan por abordar una nueva norma que regule el uso de la mascarilla en la que se establezca unas reglas generales de los espacios en los que se puede eliminar, como playas o montaña, y se introduzca del mismo modo un semáforo para flexibilizar su obligatoriedad en el resto de lugares en función de la situación epidemiológica y el ritmo de vacunación de cada CCAA. Esto último, no obstante, entraría en conflicto con esa opinión que manifestaba el epidemiólogo Fernando Simón al considerar que debería aplicarse la normativa a nivel nacional.

Por otro lado, como informa Europa Press, Galicia se ha mostrado partidaria de eliminar la mascarilla en exteriores en determinados contextos en las próximas semanas, si bien señalan que la decisión depende de los acuerdos estatales, ya que está regulado por ley. A este respecto, la Xunta tomará una decisión una vez que cuente con toda la información.

En este sentido, también durante sus comparecencias Fernando Simón hacia hincapié en ello: “Es necesario recordar que para dejar de usar mascarillas hay que modificar una ley, y esto lleva su tiempo”, dijo, señalando que la retirada de las mismas en exteriores no sería completamente inmediata.

Más allá, otras CCAA como Baleares han señalado que podrían “asumir” que se retirase la obligación de llevar mascarilla en exteriores, si bien apuntan, precisamente, que "un problema es que la situación no es igual en todas las Comunidades".

En la capital de España, por su parte, el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid ha defendido que las decisiones sobre el uso de mascarilla en exteriores se deberían adoptar por consenso a nivel nacional.

“No podemos arriesgar” ni “adelantar decisiones” que pueden suponer “un paso atrás”

En el lado de quienes ven “precoz” el debate y llaman a no precipitarse encontramos autonomías como Andalucía, Castilla y León, Cantabria y el País Vasco, que coinciden en su posicionamiento.

La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, en este sentido, ha abogado por esperar a fases con datos de "nivel de normalidad", mientras la gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Celia Gómez, ha señalado que la decisión de abandonar el uso de mascarillas en la calle se tomará en base a lo que recomienden los expertos, pero ha defendido que "no se puede arriesgar" ni "adelantar decisiones" que puedan suponer "un paso atrás" en la tendencia de descenso de la pandemia, "como está pasando en algún otro país".

Desde Andalucía, el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ha subrayado en este sentido que se sigue defendiendo la utilización de las mascarillas como "arma esencial" contra el coronavirus, y no contempla ni plantea por ahora "alternativas diferentes" a su uso obligatorio.

En líneas similares, la consejera de Salud del Gobierno vasco, Gotzone Sagardui, ha descartado relajar, "al menos, de forma inmediata", el uso de la mascarilla porque todavía hay que ser "prudente".

La cobertura de vacunación aún no ha llegado al objetivo

Ante esta cuestión, un argumento fundamental es el relativo a la vacunación. Mientras el objetivo es lograr el 70% de vacunados para el verano, en estos momentos España solo cuenta con un 28% de población vacunada con pauta completa, lo que equivale a 13.301.010 personas, mientras el 46,5% ha recibido al menos una primera inyección, es decir, 22.048.919 personas.

Por ello, y pese a los grandes avances de la campaña, todavía nos mantenemos distanciados de la inmunidad comunitaria (entre el 70 y 75%, según dijo Fernando Simón este lunes, reservando ese 5% extra por si alguna variante pudiese tener un leve escape inmunitario).

¿Dónde estamos respecto a Francia, que ha dicho adiós a las mascarillas en exteriores?

En este sentido, en comparativa con Francia, que este miércoles ha anunciado precisamente el adiós a las mascarillas en exteriores, en el país galo 31.083.259 personas han recibido al menos una dosis (22.048.919 en España), lo que equivale al 46,4% de la población total, mientras 16.953.092 han recibido la pauta completa (13.301.010 en España), lo que representa a más del 28% de la población adulta.