Jorge viaja con su caravana para rescatar a dos familias ucranianas: "Los ves con caras de perdidos"

Después de interminables y demasiados días caminando bajo las bombas, llegan exhaustos a Polonia con la sensación, y la certeza, de que les han arrebatado sus vidas.

Unos rostros que Jorge, voluntario, no olvidará durante el resto de sus días. No dudó en coger su caravana y hacer miles de kilómetros para rescatar a dos familias y llevarlas a Valencia. Una caravana de caravanas que ha sido ideada por Jesús. "Los ves con caras de perdidos", explican.

Las madres no quieren que "vean nuestras lágrimas"

Lo más urgente pasa por sacar de la guerra a los niños, agarrados casi siempre a las manos de sus madres, sin atreverse a soltarla. Mientras, los adultos se esfuerzan en mostrar fortaleza, lo cual no resulta nada fácil. "No quiero que vean nuestras lágrimas, que nosotros seamos fuertes para ellos y que tengan confianza en nosotros", afirma Katia, una de las progenitoras, sin poder reprimirlas.

Katia viajará hasta Alicante en uno de los autobuses de la ONG Juntos por la vida, en la que colabora Claudia Jordán. La portavoz de la asociación destaca que "no hay padres, solo hay mujeres. Eso me está llamando mucho la atención porque tiene que estar siendo superduro para ellos".

Mientras, en Ucrania, el gran éxodo se agolpa ahora en la estación de Leópolis. Allí, miles de personas desesperadas por salir del país se encuentran a tan sólo cien kilómetros de la frontera de Polonia.