Los independentistas tenían métodos de control parecidos a la Stasi, (el Ministerio para la Seguridad del Estado era el órgano de inteligencia de la República Democrática Alemana) para seleccionar a los cargos que querían que encabezaran las rebelión al Estado.
Al menos es lo que se desprende de una libreta incautada a Víctor Terradellas Investigado y detenido en mayo del año pasado por el presunto desvío de fondos de la Diputación de Barcelona. Del material incautado al exresponsable de relaciones internacionales de Convergencia y presidente de Catmon no han sido sus cuentas si no más bien la inclasificable clasificación que llegó a hacer de la cúpula de los mossos d`Esquadra según su nivel de patriotismo, de carisma y lealtad institucional con el proceso independentista. Eso era en el fondo lo que se valoraba. Puigdemont seguía empeñado en la DUI y para ello necesitaba unos Mossos lo más patriotas posibles. Se habla en la libreta de rojos, de cercanos al PSOE, de pasado en la Policía Nacional o de la Guardia Civil para tacharles de poco apropiados.
Terradellas, considerado el enlace internacional de Carles Puigdmont elaboró este listado en 2017, antes de la aplicación del 155. A Ferrán López, en ese momento número dos del mayor Trapero le coloca tres positivos en patriotismo, carisma y lealtad, aunque lo sitúa como moderado en su compromiso independentista. Hasta 45 comisarios son juzgados por el asesor de Puigdemont.
Manel Castellví, conocido por desmarcarse de la vorágine independentista durante el juicio del Procés, recibe un positivo en patriotismo aunque a continuación lo tacha de catalanista pusilánime. En sus particulares análisis, Terradellas clasifica y descalifica a algunos mandos por su orientación sexual o religiosa. Una verdadera imitación de la Stasi que en otros tiempos controlaba la vida de las personas en la Alemania Oriental.