Sánchez afirma que España no quiere el proyecto de "furia, odio y choque" que ofrece Abascal

  • "¿Qué hacemos aquí?" se pregunta el presidente ante el tono bronco de Abascal y el fracaso anunciado de la moción

  • El presidente pide "formalmente" al PP que vote en contra de la moción de Vox

“No vamos a entrar en provocaciones”. Éstas han sido las primeras palabras del presidente del Gobierno en su respuesta a las en torno a dos horas de acusaciones, muchas de ellas al límite del insulto, que le ha dedicado el líder de Vox, Santiago Abascal, durante la defensa de su moción de censura.

“Feminazi, criminal, virus chino…” son algunas de las que ha recordado el propio Sánchez para denunciar el tono bronco del discurso de Abascal en una moción que, según ha dicho, ni ha sido “constructiva” ni estaba interesaba en contar con apoyo de nadie.

“¿Qué hacemos aquí?” se ha preguntado Sánchez. “Hay quien dice que es una OPA contra el PP de Casado. Tal vez. Otros, piensan que su fin último es hacer del parlamento un plató de televisión”, ha añadido para rematar: “Hemos asistido a un despliegue de propaganda. Para sembrar discordia y odio. Y enfocada a distraer energías que teníamos que dedicar unidos a los desafíos” a los que se enfrenta España.

“Ni una sola propuesta”, ha subrayado el presidente del Gobierno de la intervención del que hoy se postulaba como candidato a sucederle. En realidad ha admitido que una sí: “Cómo tiene que ir vestidas sus señorías. Luego dirá que Vox no es fascismo, es estilismo”, ha ironizado, en relación a la opinión que Abascal ha deslizado sobre el modo del vestir del vicepresidente Pablo Iglesias.

Sánchez ha recordado que será la moción de censura con menos apoyo de la historia. Que será un fracaso aunque se abstenga el PP, al que ha aprovechado su intervención para solicitarle oficialmente que vote no a la candidatura de Abascal. Dirigiéndose a Pablo Casado, Sánchez le ha advertido del riesgo que pueden suponer las concesiones a Vox en la disputa del electorado conservador: “Nunca van a tener suficiente, siempre le fijarán una meta más alta, cuánto más cedan más les van a despreciar y más le van a llamar la derechita cobarde”.

Han sido dos veces en las que el presidente del Gobierno ha apartado en foco de Abascal para buscar la complicidad de Casado. "Tenemos diferencias, pero la clave está en el respeto", le ha insistido cuando ya daba por despachada su rèplica a Abascal. "Le veo como adversario, no como enemigo. Vote no. Cruce ese puente, vote no y podremos encontrarnos y encontrar el entendimiento que nos pide la sociedad".

Cerrar el paso al "proyecto de furia y odio"

En una intervención sin grandes sobresaltos, en un hemiciclo bastante menos agitado de lo que se ha venido viendo en las últimas sesiones de control, Pedro Sánchez ha planteado como paradoja que, en efecto la moción pueda considerarse constructiva, pero en contra de los intereses de sus impulsores. “Puede ser constructiva porque se puede ver como la mayoría de españoles cierra el paso a su proyecto de furia, odio y choque”, le ha dicho a Abascal, advirtiéndole que “ni vencerá ni convencerá”.

“¿Tiene algún plan para España más que demoler las conquistas y libertades de estos cuarenta años?”, ha preguntado retóricamente el presidente del Gobierno al hoy candidato de Voz. Él mismo ha respondido: “En su propuesta solo hay odio y cólera”, le ha dicho. “Quieren dividirnos, provocarnos, enfrentarnos. Esta es la razón última de su moción. Ha medido mal sus fuerzas. Cree que puede usar el parlamento como un plató, sin tener en cuenta la fuerza de la democracia. Aquí está la España real, tal como es y no como usted quiere”.

Sánchez le ha reprochado a Abascal su papel durante la pandemia: votar contra el contra la alarma o descolgarse con propuestas “marcianas” como la salida de la OMS. Le ha acusado de no tener soluciones para los problemas reales de los ciudadanos. Le ha dicho que “España, siempre que ha tenido que elegir ha elegido futuro y nunca pasado, que es lo que ha representado usted aquí”.

El peor Gobierno de los últimos 80 años

Sánchez se ha empleado con especial énfasis al descalificar la afirmación que ha vuelto a repetir el líder de Vox de que el actual es el peor Gobierno de los últimos 80 años. Para el presidente, Abascal habla, cuando dice eso, de un Gobierno peor que “todos los de Franco, peor que el que se enroló con Hitler, el que encarceló y ejecutó a miles de españoles, peor que el que dio un golpe de Estado, que el que proscribió la libertad de expresión, el que encarceló a sindicalistas…”, ha encadenado en una larga lista que ha tratado de evidenciar las preferencias de Abascal.

“Usted odia España tal y como es”, ha sido la conclusión que saca Sánchez de las palabras del candidato de Vox. “¡Escúcheme bien!”, le ha instado con tono enérgico, antes de redondear la afirmación con la que pretendía cuestionar el patriotismo del que Abascal presume: “A un patriota no le sobran la mitad de los compatriotas como a usted le sobran. Ama a una cierta España, ama la España tenebrosa de Torquemada”. Para Sánchez, entre las seis razones "huecas y falsas" en las que Vox ha cimentado su moción no hay un ápice de patriotismo. "Porque patriotismo es defender la vida, los servicios públicos para los ciuadanos...", ha argumentado.

Sánchez le ha advertido a Abascal que la España de la “imposición” quedó atrás con la Constitución y le ha anunciado que ese camino no tiene vuelta atrás. “A esa España no la pueden parar. Llegan tarde. Quienes le apoyan son muy pocos, y lo seguirán siendo siempre que nos tomemos en serio a quien les representa”. Ha sido su forma de explicar por qué ha optado por no pasar por alto una moción sin ningún viso de prosperar y se ha empeñado a fondo en su réplica al líder de Vox.

Lo ha hecho a veces en tono más pausado, a veces más encendido. Como cuando le ha espetado que en su propuesta “solo hay odio y cólera”. O cuando le ha acusado de ser “un depredador político sin valores”. Ha sido tras recordar que, cuando el atentado de ETA contra el diputado socialista Eduardo Madina, Abascal estaba al frente de las juventudes del PP que “rompieron el consenso” para la celebración de una manifestación de condena. “Ya desde entonces usaba el terrorismo como indigna arma política”, le ha dicho.

Abascal ha reconocido luego que, en efecto, se negó a desfilar tras una pancarta que decía “No hay más patria que la humanidad”, lema de aquella manifestación. “Porque mi patria es España”, ha aclarado el líder de Vox.

ETA, Cataluña, la monarquía, la iglesia, la violencia de género, más allá de la reciente pandemia, han jalonado la respuesta y han marcado las diferencias y puntualizaciones que el presidente ha ido marcando con respecto al discurso del líder de la ultraderecha. “La pandemia nos debe permitir superar crisis que han ocupado el debate nacional”, ha dicho Sánchez en un momento determinado, haciendo referencia concreta al conflicto en Cataluña. “Debemos volver a encontrarnos donde dejamos de escucharlos. No se me ocurre tarea más noble que dejar a nuestros hijos un país en concordia”.