Moda

La parka de Oasis y Lady Di vuelve a ser tendencia: el abrigo que cruzó del britpop a las pasarelas

Liam Gallagher vistiendo su característica parka en un concierto reciente. Getty Images
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No es solo una chaqueta. Es una actitud. Es el frío inglés de los noventa, la arrogancia desordenada de Liam Gallagher cerrando su cremallera hasta arriba mientras su hermano tocaba los primeros acordes de 'Don’t Look Back in Anger'. La parka, ese abrigo largo con capucha y cierta herencia militar, vuelve a asomarse con fuerza, y no solo como un capricho de nostalgia, sino que su regreso ha echado raíces en la pasarela y en la cultura popular, y además aprovecha la necesidad contemporánea de vestir prendas con historia.

La moda británica lleva meses enviando señales. Así, esta chaqueta de entretiempo es la mejor alternativa y la que mejor te protege de la lluvia. A esto hay que añadirle ese toque rebelde de la cultura mod y que usaban tanto Lady Di como los chicos de Oasis. Y no se trata de un comentario aislado. Desde distintos puntos se afirma que la parka ha vuelto a lo grande, en su versión más desgastada, esa que parece salida de una portada de Blur. La imagen está clara: volvemos a vestirnos como en Camden en 1995, pero con códigos nuevos.

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Un abrigo con pasado subversivo

Aunque nació como prenda militar para el frío extremo, la parka fue adoptada por los movimientos mod en los años sesenta para proteger sus trajes entallados cuando iban en scooter. Luego pasó al punk, al postpunk, y a finales del siglo XX terminó por consolidarse como uno de los símbolos estéticos del britpop. Oasis, en particular, la convirtió en una seña de identidad. Liam Gallagher no solo la llevaba sobre el escenario, sino que construyó alrededor de ella un personaje entero. Tanto es así que se ha observado como su reaparición en los escenarios con esta prenda ha coincidido con un repunte del interés por este abrigo entre nuevas generaciones.

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El mejor ejemplo se puede ver en plataformas como Pinterest, que registraron un aumento del 97% en las búsquedas relacionadas con “parka Oasis” después de que se anunciaran las fechas de la nueva gira del grupo. Es más, tras la confirmación de los conciertos de 2025, la demanda de parkas aumentó un 400% en el Reino Unido. Y no se trata solo de reediciones nostálgicas: casas como Stone Island, Barbour o Acne Studios han incluido versiones actualizadas en sus colecciones más recientes, muchas de ellas agotadas semanas antes de llegar a tienda física.

De Kensington a Manchester: quién la llevó y quién la lleva

Resulta curioso que una prenda tan asociada al imaginario masculino alternativo haya sido también elegida por iconos aparentemente opuestos. Lady Di, por ejemplo, la lució más de una vez con pantalones de pinzas, zapatillas y su característica actitud relajada. Aunque su estilo se ha convertido en una mina para la moda de archivo, sigue habiendo algo en sus looks con parka que todavía hoy sigue resonando. Quizás sea esa mezcla de informalidad, protección y cierta rebeldía contenida. Diana, en chubasquero o en parka deportiva, tenía la capacidad de subvertir todo aquello que tocaba. Igual que Gallagher, aunque desde otro plano.

Hoy, ese legado sigue latente. Harry Styles ha lucido versiones reinterpretadas de la parka militar en videoclips y durante su vida cotidiana. También Alexa Chung o incluso Hailey Bieber han incorporado parkas de aire vintage a sus estilismos. No son exactamente el mismo modelo, pero el ADN está ahí: capucha grande, líneas rectas, cierta actitud oversized y colores tierra o verde oliva.

La diferencia está en cómo se combina. Mientras que en los noventa se llevaba cerrada hasta el cuello y con gafas de sol aunque lloviera, hoy se desestructura y se lleva abierta sobre vestidos lenceros, con zapatillas retro o incluso con mocasines. La parka, como otros grandes iconos de vestuario, ha logrado sobrevivir al contexto para convertirse en un añadido con estilo para casi cualquier identidad.

Un símbolo generacional

Hay algo profundamente emocional en el regreso de ciertas prendas. Como si el cuerpo recordara cómo se sentía uno al llevarlas, incluso aunque fuera a través de otros. La parka no solo calienta. sino que también da abrigo a los recuerdos de una generación. Quizá por eso funciona tan bien entre públicos que no vivieron el britpop en directo pero sí lo consumieron después, tanto a través de viejos vinilos heredados o con listas de reproducción de Spotify.

Este invierno, su reaparición conecta varias líneas al mismo tiempo: la vuelta de las prendas funcionales con carácter (gorpcore), el auge de la estética archival y el rescate de símbolos culturales con peso. No es una tendencia menor, ni tampoco un revival pasajero. La parka vuelve porque responde a algo más profundo, a la necesidad de vestir ropa que cuente algo, que proteja y que no necesite explicación.