Voluntarios de Bermeo devuelven a la mar al 'Ortube', una joya de madera para la pesca de bajura: "Era hundirlo o hacer algo por él”

Esta es la historia de uno de los últimos pesqueros de madera del siglo XX que aún sobreviven y el empeño de un grupo de voluntarios por que no se perdiera su legado.

El Ortube se hizo a la mar en mayo de 1979. El pesquero de Bermeo, Vizcaya, se dedicaba a  la captura de anchoa mediante redes de cerco en aguas del Cantábrico y de túnidos con cañas y cebo vivo tanto en este mar como en el Atlántico o el Mediterráneo.

Sus 36 metros de eslora le convierten en uno de los mayores buques de pesca tradicional de bajura construidos en madera en el País Vasco, una joya del patrimonio que había que sacar a flote cuando quedó abandonado a su suerte en el puerto de la villa marinera.

El Ortube dejó la actividad el 27 de noviembre de 1999. En 2003, lo adquirió el Ayuntamiento de Bermeo. Después de varios años utilizado como barco para la tradicional excursión a la isla Izaro y Elantxobe por fiestas de la Magdalena, la embarcación quedó semiabandonada en la zona del Martillo del puerto vizcaíno.

“Estaba en una situación lamentable, oxidado por la lluvia y con bichos en la madera. Con todo el traqueteo se le hizo una vía de agua. Era hundirlo o hacer algo por él”, reconoce Juan Andrés Diez de Ulzurrun, presidente de Ortube Ontziaren Lagun Elkartea (Asociación de Amigos del Barco Ortube).

No lo podían permitir. Con el apoyo del consistorio, un grupo de vecinos preocupados por su situación se pusieron manos a la obra en 2016. Se trasladó al Ortube a un carro varadero de la rampa del Artza y desde entonces lo están reparando con sus propios medios.

“Nos costó un mundo achicar el agua y poner a punto la madera. Fíjate, los deshumidificadores y calefactores han estado cuatro años y 24 horas al día funcionando para secar los interiores. La instalación eléctrica hoy en día ya funciona al 98%.Los camarotes, con capacidad para 14 marineros, a estrenar”, describe Diez de Ulzurrun,  

Actualmente, son una veintena de voluntarios los que participan en el proyecto aportando desinteresadamente su esfuerzo, sus conocimientos y sus horas libres. Hay ingenieros, antiguos pescadores, estudiantes, un economista encargado de los presupuestos, una sanitaria, una trabajadora de conservera… 

“Solemos quedar los sábados por la mañana casi todos. Pero, cada uno viene cuando quiere entre semana a seguir con su labor. Abres y te pones a trabajar. Aquí no horarios”, asegura el presidente de la asociación.

“Hemos aportando unos 100.000 euros"

Los miembros de Ortube Ontziaren Lagun Elkartea trabajan con sus propias herramientas y han ido rehabilitando el buque “pidiendo por los rincones”.

“Los voluntarios empezamos a buscar los materiales yendo por bajeras, lonjas, casa por casa. Yo me encontré la campana en el Rastro de Madrid, idéntica a la original. Hemos comprado las luminarias a peso. Tuvimos la suerte que un barco gemelo a este que operaba en Lanzarote rompió el cigüeñal e iba directo a la basura. Así pudimos comprar de segunda mano y a buen precio pistones, bielas o inyectores originales, que ya no hay en el mercado”, cuenta Juan Andrés.

Han pasado casi 7años desde el comienzo de esta aventura y llevan gastados “unos 100.00 euros. Si bien, con diferentes subvenciones hemos conseguido una cantidad parecida”.

Actualmente, están colocando el motor principal. Se encarga Motores Echevarria, que también fabricó el que permitió al Ortube surcar los mares en “vida”.

Un nuevo empujón

El pasado 27 de marzo, la asociación recibió un nuevo empuje económico para hacer realidad su sueño. La diputación de Bizkaia les ha concedido una subvención de 190.000 euros destinados “a la financiación de parte de los trabajos de restauración que se han ido llevando a cabo en la embarcación con el fin de favorecer la conservación del patrimonio naval”, informó la institución.

“Calculo que en dos años el Ortube está listo para salir a navegar. No sabemos ahora cuál será su destino. Lo que nos importa es salvar el único vestigio que queda de este tipo de barcos, que han sido y son fundamentales del pasado y presente de nuestro pueblo, Bermeo”, insiste Diez Ulzurrun.