Un desconocido realiza un salto base desde una torre en construcción de Bilbao: "El aterrizaje es peligroso"

El alpinista Álex Txikon saltó en 2014 desde una grúa de una edificio en construcción en esta zona de Bilbao
El conocido alpinista Carlos Suárez, el paracaidista fallecido en Toledo: rodaba una película inspirada en su vida
Bilbao“Qué arriesgado”, “A mí me parece muy peligroso”, “tiene que tener pericia porque no hay tanta altura”, son algunos de los comentarios que se repetían en Bilbao, entre quienes paseaban cerca de la torre de Garellano, desde la que el un desconocido realizó un salto base. El exsaltador base Álex Txikon lo califica de "una trastada" y advierte de que "hay que tener mucha sangre fría, mucho valor y entrenamiento. No se salta y punto, hay una preparación previa".
Esta práctica deportiva extrema consiste en saltar desde un punto fijo (antena, acantilado, cima, pico o en este caso un edificio) y descender en caída libre hasta aterrizar con el apoyo de un paracaídas. Se trata del deporte de aventura más peligroso del mundo y el riesgo aumenta, especialmente en el momento del aterrizaje, si se hace en una ciudad, porque "hay cables, farolas, macetas, todo el mobiliario urbano que, desde arriba y a esas horas, no se ve".
Txikon admite que es una "disciplina muy peligrosa" en la que, además de la preparación, es importante saber hacer caso a la intuición, es decir, "que tengas buenas sensaciones" y en este sentido, relata que "a mí me ha pasado no una, sino dos veces, llegar al sitio con todo dispuesto y no saltar".
"No hacemos daño a nadie"
El saltador base cuenta con dispositivos tecnológicos como medidores láser o un anemómetro para ver de dónde sopla y la velocidad del viento "y así haces tus matemáticas internas", pero aun así uno de los momentos más complicados se produce cuando "estás entrando en una obra". Pese a la destreza que se les presupone como escaladores, "uno de los mayores peligros es cuando te estás colando: un cable que te puede electrocutar, la oscuridad...", el segundo: el aterrizaje.
De madrugada y en un Bilbao desierto, la osadía de este desconocido lanzándose al vacío desde esta torre de casi 120 metros de altura y 35 plantas hubiera pasado desapercibida de no ser porque una persona tuvo el tiempo justo para sacar el móvil e inmortalizar el aterrizaje del saltador en la explanada de la Estación Intermodal.

La "trastada" de este desconocido podría salirle cara, en caso de ser identificado, ya que este tipo de prácticas en medio de la ciudad no son legales y acarrean una sanción según la Ley de Seguridad Ciudadana. Esa circunstancia llevó en su momento al alpinista vizcaíno Álex Txikon y al vitoriano Pablo Otxoa a guardar silencio cuando en 2014 se convirtieron en los primeros en realizar ese mismo salto, o al menos uno muy similar, desde la primera torre en construcción en esta zona. "Saltamos de la grúa de una de las torres", confiesa y para acceder allí tuvieron que "saltar la valla". El vizcaíno admite que "sabes que estás violando la normativa y haciendo las cosas mal, pero en esta disciplina te gusta también saltar de edificios, puentes, torres" y además, "no hacemos daño a nadie".
Txikon que ha saltado desde globos, paredes, grúas e incluso, desde el Puente Colgante de Portugalete, el salto base más bajo de toda España, relata que "a veces nos hemos metido en líos legales" como cuando "con Darío Barrio subimos a un aerogenerador de 125 metros en Málaga".
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.