Los niños ya no entran solos al quirófano en Vitoria: Txagorritxu permite que los padres les acompañen durante la sedación
El padre o la madre se visten con un pijama quirúrgico y acompañan al niño hasta que se duerma
Unos padres recogen firmas para poder acompañar a su bebé con leucemia al quirófano: "En otros hospitales no es así”
Vitoria-GasteizReducir la ansiedad del paciente pediátrico cuando entra en un quirófano, es tan sencillo y hasta hace poco tan impensable, como dejar que al pequeño le acompañe en el proceso uno de sus adultos de referencia. Acceder en brazos de la madre o del padre, o en una camilla, pero acompañado por uno de ellos, hace menos traumático el proceso. Lo han comprobado en el Hospital de Txagorritxu, el primero en Euskadi en permitir el acompañamiento a los niños durante la sedación.
Este protocolo ya se viene aplicando en algunos centros hospitalarios del Estado, pero no hay un protocolo único que garantice a los niños que sus progenitores estén con ellos hasta que se quedan dormidos. Una lucha que llevó, el pasado mes de mayo, a dos madres a entregar 50.000 firmas en el Ministerio de Sanidad para reclamar un protocolo de acompañamiento a bebés y niños en quirófano, de forma que estos no tengan que estar solos en los momentos de aplicar la anestesia y al despertar.
En Euskadi, hasta hace bien poco, los pequeños debían seguir enfrentándose solos a la temida entrada al quirófano. Sin embargo, según publica El Correo, desde finales del pasado año en Vitoria han comprobado que no solo es posible, sino que además es beneficioso tanto para los pacientes menores, como para sus familias, que uno de los dos progenitores acompañen al niño al quirófano.
Hasta que se duerman
Estar presentes hasta que el niño se duerma, es decir, durante el proceso de sedación, ayuda a los menores a calmarse y vivir con menos estrés la entrada al quirófano, un espacio desconocido para ellos y en el que se encuentra rodeado de profesionales sanitarios con batas, mascarillas y sometido a procesos como el de ponerle una vía.
Las familias que pasan por el trance de que sus hijos pequeños tengan que entrar a un quirófano venían reclamando esta posibilidad que, finalmente, se ha implantado a petición de los propios anestesistas. Así, el paciente menor de 14 años puede entrar acompañado por una única persona, el padre o la madre, vestido con un pijama quirúrgico. Una vez dentro, este adulto será quien coloque al menor la mascarilla para la sedación y cinco minutos después, cuando el pequeño ya esté dormido, abandonará el quirófano. Hasta ese momento, el instrumental quirúrgico estará guardado, para evitar riesgos con la esterilización del mismo.
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