El vitoriano Marcos Vinagre se corona como campeón de España de Moto4 con 12 años: "Gana, pero no corras, me dice siempre la abuela"
El joven piloto vitoriano ha ganado 8 de las 14 carreras, en su debut en esta categoría
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Vitoria-GasteizMarcos lleva la mitad de subida, literal, compitiendo encima de una moto. Con solo 11 añitos, Marcos Vinagre supo que sería campeón de España de Moto4, pero no ha sido hasta este fin de semana, cuando se ha celebrado en Jerez la última prueba, cuando Marcos, con los 12 recién cumplidos, se ha hecho oficialmente con el título. Tras muchas horas de viaje en autocaravana junto a sus padres, Marcos llegaba este lunes a primera hora a su ciudad, Vitoria.
Cansado, pero satisfecho, el jovencísimo motorista ha logrado hacerse con ocho de las 14 carreras en su debut en esta categoría, una gesta de la que se siente “muy contento”, pero que asume con la naturalidad del que ha nacido para estar a lomos de una moto.
El talento del vitoriano es evidente, los sacrificios que hace para lograrlo se presuponen, pero son menos visibles: “Corre tres veces a la semana durante 30 minutos, anda en bici, lleva un estricto control de peso y además, los entrenamientos con la moto”.
Lo que pocos sabían, es que Marcos tiene un talismán al que no renuncia cada vez que se enfrenta a una competición: “Siempre me pongo los mismos calcetines, son mis calcetines de la suerte”.
"Si descuida el cole, no hay motos"
La pasión de Marcos por las motos fue evidente, cuando a penas levantaba unos palmos del suelo: “En la calle siempre se quedaba mirando las motos, le encantaban y en casa, nadie tenía moto”, puntualiza David, su padre. Después, Marcos pasó de corretear con un triciclo con forma de moto, a una moto eléctrica con tres añitos y, más tarde, llegó la minimoto.
Era tan pequeño, que hasta el profesor de la escuela especializada en motos de Donostia donde fueron a probar se sorprendió. Pronto descubrió que aquel pequeño tenía maneras. “Se veía que destacaba”, recuerda su orgulloso padre. Continuaron entrenando mientras esperaban a que Marcos cumpliera los seis años, edad mínima fijada por la Federación para poder correr. A partir de entonces, empezaron a llegar los premios.
Y casi en la misma progresión ascendente de la carrera de este chaval de 12 años en los circuitos, sus progenitores han ido ascendiendo en nivel de sufrimiento: “Se lleva mal”, admite este padre que ha visto a su hijo alcanzar los 193 kilómetros por hora en su moto4, con chasis Beón y motor Honda CRS 150 que alcanza los 25 caballos. “Hay carreras en las que no puedo ni mirar y solo descanso cuando termina”, añade.
Pero la familia del campeón de Moto4 está dispuesta a acompañar, a pesar de los pesares, a Marcos en su pasión. Un “sacrificio” que se traduce en muchos kilómetros a bordo de su autocaravana para acudir a carreras y también para entrenar, en busca de destinos menos lluviosos que la capital alavesa, donde residen: “Solemos ir a la escuela de Efrén Vázquez en Olaberria, pero también a Valencia o Murcia”. Aunque ahora le toca disfrutar del merecido ‘descanso del guerrero’, ese que no va a saborear su padre que tras muchas horas conduciendo de Jerez a Vitoria “y sin dormir, me voy directo al taller”. Después toca recuperar las clases perdidas porque en esto los Vinagre son estrictos: “Si el cole lo descuida no hay motos”.
Marcos, el flamante campeón de España de Moto4, ya sueña con poder correr el año que viene en la siguiente categoría, en la SBK Talent. Mientras tanto, toca seguir mejorando en “la apertura de gas que es lo que más me cuesta” y reforzando su talento “en el paso por curva, lo que mejor se me da”. El objetivo es seguir ganando carreras. Eso sí, haciendo caso, solo a medias a los consejos de sus abuelas, que “siempre me dicen que gane, pero que no corra”.