Timan miles de euros a una asociación religiosa de Lugo imitando la voz de un vicario de la diócesis
La interlocutora creía estar hablando con el verdadero vicario, que solicitaba dinero con urgencia
En un principio se atribuyó la estafa al uso de la IA aunque la Guardia Civil lo ha descartado
La Guardia Civil alerta sobre una estafa en la que piden un código por SMS o WhatsApp: "¡No lo contestes!"
Una asociación religiosa perteneciente a la comarca de la Terra Chá, en la provincia de Lugo, ha sufrido una estafa de varios miles de euros, cometida por una persona que se hizo pasar por el vicario general de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, Antonio Valín, quien solicitaba dinero con urgencia.
La interlocutora que recibió la llamada, responsable de una asociación que desarrolla su actividad en relación con la Iglesia, creía estar hablando con el verdadero vicario, que además ejerce de párroco en Foz, y entregó el dinero que el estafador le solicitaba sin sospechar nada.
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Aunque en un principio se atribuyó la estafa al uso de Inteligencia Artificial (AI) para clonar la voz del vicario “a la perfección”, lo cierto es que la Guardia Civil lo descarta, y explica que “ese tipo de timos son cada vez más frecuentes y se trata en realidad de alguien que se hace pasar por responsable eclesiástico y llama con una voz que no resulta fácil de distinguir de la persona real”.
En la mayoría de las ocasiones, el interlocutor pide dinero para afrontar “necesidades urgentes”.
Otras llamadas de este tipo en comunidades religiosas
De hecho, este suceso recuerda al ocurrido en días pasados en la provincia de Jaén, donde una persona se hizo pasar por el obispo y llamó a varios conventos de monjas para solicitar dinero debido a “necesidades de la diócesis”.
El párroco al que supuestamente suplantaron en Lugo es Antonio Valín Valdés, quien asegura estar tranquilo por la situación, pero admite que estas llamadas conllevan un riesgo para quienes las reciben.
En la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, según cuenta la prensa local, fueron varias las comunidades religiosas que en los últimos tiempos recibieron llamadas de este tipo.
En esta ocasión, la reacción fue inmediata. Se advirtió al Obispado mindoniense de lo sucedido, y a su vez a las distintas comunidades de monjas, frailes y sacerdotes pertenecientes a la diócesis para que “no vuelva a suceder lo mismo”.
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