Transporte público

Alejandra, con espina bífida, denuncia los problemas para viajar en autobús interurbano en Lugo: "Lo pedí con cinco días de antelación y no me dejaron subir”

Alejandra Vargas tiene espina bífida y denuncia los problemas para desplazarse con la silla de ruedas en el transporte interurbano
Alejandra Varga tiene 32 años y se mueve en silla de ruedas. CEDIDA
  • Para poder viajar entre localidades debe solicitarlo al menos tres días antes, pero no siempre lo consigue

  • Alejandra denuncia que la negativa no es algo puntual y se repite a menudo: "depende del conductor"

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LugoAlejandra Vargas tiene 32 años y vive en Lugo. Tiene espina bífida y se mueve en silla de ruedas pero eso no la frena para intentar llevar una vida lo más cercana posible a la normalidad. Aunque casi a diario ese intento de normalidad se tope con “otros frenos”, sobre todo cuando quiere moverse en transporte adaptado. “En el autobús urbano nunca tengo problemas” cuenta, pero otra cosa es moverse en el autobús interurbano, denuncia.

Para desplazarse en autobús entre Lugo y A Coruña debe solicitarlo con varios días de antelación, “al menos con 72 horas” recuerda. “Pero la última vez lo pedí con cinco días de antelación” y ni aún con esa previsión logró poder desplazarse. Cuando llegó a la estación de autobuses de Lugo, con margen suficiente, se quedó en tierra: “no me dejó subir”. “El conductor me dijo que no me podía subir y no hizo nada por llamar a la empresa”, denuncia, “y no era la primera vez que me pasaba con este conductor”. Tampoco se movió, lamenta para avisar a un encargado o buscarle una alternativa con taxi adaptado, como sí sucedió en otras ocasiones, detalla Alejandra. “Me quedé con cara de rabia, llorando de frustración”.

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Esta joven explica que no es ni la primera ni la segunda vez que le ocurre, “no me llegan los dedos de las manos para contar las veces que ha pasado esto”, denuncia, “y no solo con Arriva, si no también con Monbús”. “Me pasa a menudo con los buses interurbanos, esto no me pasa con el transporte urbano”, donde reconoce suelen tener otra “sensibilidad”, también para anclarle la silla o ponerle el cinturón y que viaje lo más segura posible, según explica.

"No es justo que la gente de a pie pueda hacer planes y yo me tenga que quedar encerrada en casa" denuncia

La situación, lamenta, se repite en demasiadas ocasiones, como denuncia esta joven que prepara oposiciones para auxiliar administrativo. “Me hacen sentir que mi dinero no vale lo mismo que el de una persona de a pie, porque yo cargo la tarjeta y pago mi transporte, como ellos”. Alejandra ya ha denunciado los problemas con el transporte público adaptado en otras ocasiones, pero no ve que se solucione: “depende del conductor que te toque”.

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Ahora acaba de poner una nueva reclamación ante el servicio de transportes de la Xunta de Galicia, sin demasiada esperanza.  “Lo que no es justo es que la gente de a pie pueda hacer planes, y yo me tenga que quedar postrada y encerrada en mi casa, en Lugo” denuncia.