Un atracador disfrazado intenta robar en una librería de Sanxenxo a punta de pistola y acaba huyendo: “Mi marido creyó que era una broma"
El atracador aparcó su coche delante de la papelería y entró disfrazado, de la cabeza a los pies
Belén se puso a gritar pidiendo ayuda y eso asustó al ladrón que salió huyendo sin llevarse nada
SanxenxoHan pasado ya unos días pero el susto que se llevaron Belén Moldes y su marido, propietarios de una librería en Noalla, Sanxenxo, no lo van a olvidar fácilmente.
Acababan de abrir su negocio, cuando minutos después de las diez de la mañana, un atracador entró en el local, después de aparcar su coche tranquilamente delante del establecimiento. “Nos pilló de imprevisto a esas horas”. Pero este no era un atracador discreto. El hombre iba ataviado de la cabeza a los pies, con todos los detalles para pasar desapercibido. “Venía disfrazado”, recuerda Belén, “con una mascarilla quirúrgica tapándole la cara, gafas de sol y una peluca negra”. El peculiar look que llamó la atención del maridolo completaban unos guantes, una sudadera y una falda larga, hasta los pies, como se puede apreciar en las imágenes de la cámara de seguridad del establecimiento.
“Mi marido creyó que era una broma al verlo así en un primer momento, al venir disfrazado” comenta Belén. Pero la intención del hombre era clara, robarles. No se trataba de ninguna broma. “Llevaba las manos en los bolsillos hasta que las sacó y empuñó una pistola y le dijo a mi marido “dame todo el dinero que tengas” , recuerdan. Así que entonces se dieron cuenta de que a pesar del atuendo, el atraco “iba en serio”.
“Luego dio la vuelta por detrás del mostrador y fue hacia él, y entonces mi marido se defendió y ahí forcejearon”, relata Belén. Fue entonces cuando ella, que estaba en el almacén salió y al ver lo que pasaba en la tienda, se puso a gritar, pidiendo ayuda. “El hombre se asustó y se marchó sin nada”, recuerdan aún con el susto en el cuerpo y tras una visita del marido al servicio de urgencias del hospital, ya que sufrió algunas lesiones en el enfrentamiento con el ladrón.
Los responsables de la librería Corel todavía no se explican cómo esto pudo suceder a plena luz del día: “es algo con lo que no cuentas, y menos a esas horas”, comenta Belén, que ahora, después de todo lo pasado, duda si la pistola también sería parte del disfraz preparado para la ocasión, “quiero pensar que era de juguete, también” afirma. Un robo frustrado, con ingredientes carnavaleros, y final feliz pero un susto, apunta Belén “que no te quita nadie".