"No como nada que sea industrializado y nunca le he dado comida de ese tipo a mi hijo. Tengo cincuenta árboles frutales en mi casa y un gallinero particular", señaló la modelo y actriz.
Bündchen admitió que el hecho de tener un gallinero en casa causa extrañeza a los amigos de la pareja.
"Muchos amigos lo ven extraño ¿Pero cuál es el problema de criar gallinas? Tengo huevos frescos todos los días y adoro ese ambiente de granja. Quiero una casa en la que pueda sentirme como en la casa de mis abuelos, donde todo era sencillo y todas las comidas frescas, preparadas en el momento", apuntó.
La pareja está terminando de construir una mansión en Los Ángeles que, según la prensa estadounidense, esta valorada en 20 millones de dólares (13,5 millones de euros).
De otro lado, Bündchen expresó su satisfacción por el lanzamiento esta semana en Sao Paulo de una colección de ropa femenina popular, diferente de las creaciones sofisticadas con las que está acostumbrada a desfilar.
"Considero injusto que las personas no puedan comprar algo confortable y con estilo sólo porque no tienen cómo pagar", subrayó la modelo, quien recordó su origen humilde y que antes de ser estrella tenía que compartir la ropa con sus otras cuatro hermanas.
Lectora del líder espiritual brasileño Chico Xavier (1910-2002), fanática de los cantantes Bob Marley y Jack Johnson y de la película "Lo que el viento se llevó", Bündchen opinó también sobre el hecho de que Brasil tenga por primera vez a una mujer como presidenta.
"¿Se ha visto alguna vez a una mujer comenzar una guerra? No tengo nada contra los hombres, pero creo que las mujeres son menos agresivas en sus decisiones. Esa sensibilidad femenina es necesaria en un cargo como el de la presidenta Dilma. Espero que, con ella, el país crezca de forma continua", puntualizó.