Un fuerte dolor en el pecho ha alertado a Iker de que algo grave estaba pasando. “Un cuadro grave y urgente que compromete la vida del paciente”, como apunta Juan Antonio Corbalán, especialista en medicina deportiva. Rápidamente se ha parado el entrenamiento. Lo han sacado del campo en camilla y, tras unas pruebas, ha sido ingresado de urgencia. Estaba sufriendo un infarto agudo de miocardio.
“Han encontrado una lesión en la coronaria derecha y le han abierto y le han puesto un stent”. Esto significa que le han colocado un dispositivo para ensanchar la arteria obstruida y que la sangre fluya con normalidad.
“En el fondo Iker ha tenido suerte, porque se ha evitado una de las complicaciones más terribles del infarto agudo de miocardio, que es la muerte súbita”, explica el cardiólogo Ignacio Fernández.
Ha ganado el partido más importante de su vida. Su club asegura que está bien, estable y con el problema del corazón resuelto. “En muy poquito tiempo estará caminando y estará haciendo una vida normal”, aseguran los expertos. El propio Iker se ha pronunciado en redes sociales afirmando que esta “todo controlado”. Un susto grande pero con las fuerzas intactas. Muchísimas gracias a todos por los mensajes y el cariño”, ha escrito en Twitter, donde ha recibido el calor de millones de seguidores y desde todos los ámbitos.
Parece casi increíble que deportistas de élite como él estén en riesgo médico, pero a veces tanta presión les pone al límite. “Nadie estamos libre de que eso nos pueda pasar”, subraya el cardiólogo.
Como siempre, Iker ha conseguido pararlo a tiempo. Aún nos queda Casillas para rato.
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