La Marmolada: el último selfi poco antes de la avalancha y tantas vidas perdidas

  • Filippo Bari mandó el selfi a sus amigos poco antes de la avalancha de la Marmolada: "mirad dónde estoy"

  • Los expertos aseguran que el desprendimiento en la Marmolada era algo predecible desde hace dos meses a causa de las altas temperaturas

  • Se han recuperado siete cuerpos de entre el torrente de piedras y nieve de la Marmolada, de los que solo tres han podido ser identificados

La tragedia en la Marmolada, las Dolomitas, era algo que los expertos preveían desde hacía dos meses a causa de las altas temperaturas. Este domingo un torrente de piedras y nieve se desprendió a 300 kilómetros por horas arrasando con todo: solo se han podido recuperar siete cuerpos y se buscan a una veintena de personas, aunque esa cifra sigue siendo imprecisa. Filippo Bari, de 27 años murió arrastrado por la montaña y poco antes mandó un selfi a sus amigos: "mirad dónde estoy".

Después de esa última imagen sonriente y exultante de Filippo Bari no hubo más mensajes. Solo la noticia de la tragedia en la Marmolada. El joven, de la provincia de Vincenza, dueño de una ferreteria y padre de un bebé recién nacido,  ha aparecido en todas las portadas para contar la vida de los que estaban allí y ya no. Su nombre está en la lista de los desaparecidos.

Además de Filippo Bari se cree que los desaparecidos podrían llegar a 30, entre tantos montañeros extranjeros, que ni siquiera han sido reportados o que tardará en saberse. Solo han podido identificarse cuatro cuerpos y entre los dispersos se cree que hay 10 italianos, tres checos y un austriaco, según han informado medios italianos.

La avalancha en la Marmolada, una tragedia anunciada

Los testigos han contado que escucharon un estruendo parecido a una bomba y se desprendió un bloque del glaciar, que se convirtió en una enorme avalancha de hielo y rocas que arrasó todo lo que había a su paso a lo largo de más de dos kilómetros.

Las voces de los expertos han comenzado a escucharse. Han alertado de las altas temperaturas que en las últimas semanas superaban los 10 grados, algo bastante anómalo y que hacía preveer un desprendimiento de bloques de hielo.

Hablan de que el seguimiento de los glaciales se hace de forma periódica, aunque por lo general, las recomendaciones de los científicos son subvaloradas por las autoridades encargadas de hacer algo.