Un policía vacía su cargador contra un sospechoso en el suelo en EEUU: las imágenes

Los tiroteos mortales de la policía en Estados Unidos se incrementaron el año pasado hasta alcanzar su nivel más alto en al menos siete años, con 1.055 personas muertas por disparos de los agentes en todo el país. Y ahora nos llegan imágenes de un nuevo caso que ha sorprendido a la opinión pública. En ellas un policía dispara a un afroamericano.

No llama la atención que el policía actúe para evitar que el sujeto hiera con un cuchillo en plena calle a una mujer sino el exceso en la reacción. El policía vacía el cargador de su pistola mientras el sospechoso está en el sueloHa ocurrido en la ciudad de Baltimore, la ciudad con mayor violencia de Estados Unidos, según los últimos índices de criminalidad.

El oficial pide al sospechoso que tire al suelo el cuchillo que empuñaba. En ningún momento suelta el arma y lo que se cuestiona es que el agente disparase una docena de balas contra el hombre. No sobrevivió. Desde el Departamento de Policía aseguran que lo importante es que consiguieron salvar la vida de la mujer.

Las imágenes fueron tomadas por la cámara corporal del policía

Las imágenes fueron tomadas por la cámara corporal del agente policial. Mostraban el fatal tiroteo del pasado domingo en plena calle. Los oficiales pidieron refuerzos al ver lo que ocurría, pero decidieron actuar rápido. El fallecido sostenía un gran cuchillo de cocina mientras se encontraba sobre una mujer que yacía en el suelo.

Las redes sociales se inundan de denuncias por la brutal acción policial al vaciar un cargador entero del arma. El comisionado de policía de Baltimore, Michael Harrison, y el comisionado adjunto Brian Nadeau, que supervisa la Oficina de Integridad Pública del departamento, mostraron los dos vídeos en una conferencia de prensa el martes por la tarde.

Arkansas, donde tres policías fueron grabados dando una brutal paliza a un detenido cuando ya estaba reducido y en el suelo. En total, más de 30 segundos de secuencia en la que no paran de propinarle golpes; 34 segundos, para ser exactos, que desataron nuevamente la indignación.